Esta noche, mi corazón se ha quedado sin tinta.
Por más que quiero e intento no pinta.
Exprimo mis venas para saber qué más hay en mí.
Y sólo unas míseras gotas consiguen salir.
Ya salió la tristeza.
Ya salió la alegría.
Ha salido el amor.
Ha salido el odio.
Ya no guardo el rencor
y maté ya al demonio.
Ya no queda sutileza
y ya no queda gentileza.
Pero mejor ya me voy, puede cambiar mi suerte.
Ya salió mi vida, no vaya a salir mi muerte.
14 de julio de 2000
David Moreno Guinea