Si tuviera una estrella para regalarte
la envolvería en papel celofán,
la metería en una caja
y le pondría un moño verde esperanza.
Ya te veo tomando la caja entre tus manos,
acercándola a tu oído y agitándola
intentando adivinar qué es.
-¿Son chocolates?
-No, es algo que brilla.
-¡Son figuras fosforescentes!
-No, es algo de la naturaleza.
-¡Ay! ¡Es una pinche piedra!
-No, las piedras no brillan.
-¡Ya! ¡Dime! ¿Lo puedo abrir?
Ya veo tu cara,
arrojando la estrella al cielo,
devolviéndola a su lugar.
(Ojalá hicieras lo mismo con mi corazón).
Septiembre de 2001
David Moreno Guinea