Conocí a Berenice en el primer año de la Preparatoria (1992, en la Prepa 5 de la UNAM). Era una chica simpática, idealista, soñadora y sencilla. Fue de mis primeras amigas. Platicábamos mucho y llegué a contarle cosas de mí, de mis sueños, mis proyectos y mis tristezas. En lo personal me sentía identificado con ella, me agradaba mucho su forma de ser y de pensar. Por su mismo carácter le agradaba la música romántica y decidió entrar en la estudiantina de la escuela, me animó a entrar también y lo logramos después de un curso y de haber aprobado un examen, recuerdo que me tocó cantar con ella, ella aprendió a tocar la guitarra y yo medio a cantar, entonces formamos equipo con otras dos compañeras para la prueba y logramos aprobarla. Todavía está en mi mente su alegría por haber logrado uno de sus sueños. Siempre fue una de las mejores en la guitarra, una de las mejores "tunas" (así se le llama a los integrantes de una estudiantina) , nunca faltaba a una presentación y me admiraba su constancia, su pasión al ejecutar nuestras piezas favoritas. Aún conservo uno de los listones que me regaló, dedicado a nuestra amistad y confianza mutua.
En el segundo año de la escuela, cambiamos de grupo pero nos seguíamos viendo en la estudiantina, casi a diario, frecuentemente charlábamos y soñábamos con obtener nuestros adelantos en el grupo, hacíamos méritos. Estos adelantos, nuestro chaleco y nuestra capa de "tunos" los recibimos al mismo tiempo. A todos caía bien y a todos agradaba y sorprendía su extraordinaria sencillez y calidez, su ternura y las ganas que ponía en todo...
El desastre o cómo ser ingenuo
y dejarse llevar por las apariencias
Fue hace cuatro años, nuestro último año de Prepa, nuestro contacto disminuyó, porque yo conocí a la chica que ahora es mi novia, que por cierto también entró en la estudiantina (hace poco también ella encontró el único listón que le obsequió Bere, decía que ojalá siempre fuésemos sus amigos) . Una tarde la vi con la Biblia y me agradó. Yo había conocido al Señor Jesús en el 92, los primeros meses, en la Renovación Carismática Católica. Leía su palabra, oraba y trataba de llevar una vida según su voluntad, consciente de que el único perfecto es Él, de que era y sigo siendo un pecador necesitado de su misericordia (ver 1 Jn 1,8.9) y que sólo seremos como Él cuando le veamos cara a cara (1Cor 13, 12; 1 Jn 3, 2). Esa tarde le pregunté el porqué de este repentino cambio, mencionó que había conocido a una nueva "amiga" con la que comenzó a estudiar la Biblia... me dijo que era "cristiana". Pocos días después, me pidió mi opinión acerca de su decisión de bautizarse, me desconcertó cuando mencionó esto del "rebautismo" que había decidido realizar, esto me hizo pensar que ingresaría en una iglesia pentecostal o bautista (No sabía nada de la Iglesia Internacional de Cristo [=ICOC] ni de la manipulación psicológica de la que Bere ya estaba siendo objeto; poco antes de este suceso, varias amistades comunes habían notado un extraño comportamiento que ella justificaba siempre aludiendo a su nueva "amiga", a nuestros amigos les extrañaba esta dependencia del nuevo grupo con el que se estaba comenzando a involucrar) . Yo le pregunté qué opinaba su familia y me insinúo que su familia nada sabía de este asunto, yo ingenuamente seguía creyendo que había encontrado a Jesús por fin, en una iglesia pentecostal o evangélica y de alguna manera sentí empatía con sus circunstancias, ya que mis padres en aquel tiempo se oponían a que yo me involucrara en asuntos de la religión, eran católicos de nombre solamente (Hoy en mi familia esta situación ha cambiado) . Le hablé de que no estaba de acuerdo en su "rebautismo", le dije que sería negar la gracia que Dios y sus padres le habían dado de pequeña, le dije también que Dios quería renovar a su iglesia y que Él nos pedía cambio de vida no de grupo, recuerdo incluso que le regalé un par de folletos sobre la Iglesia Católica (que nunca leyó, pues su nueva "amiga" se lo prohibió).
Más tarde me dijo que ya se había "bautizado", sin que su familia se enterara. Le pregunté como se sentía, me dijo "bien", "con mucha paz", sin embargo recuerdo su mirada perdida y su voz nostálgica, como de alguien que en vez de haber ganado algo, lo había perdido, conocía bien sus gestos y sabía de cuando algo no andaba bien en su interior. Fue el último contacto que tuve con ella y ni siquiera me miró a los ojos, parecía esconder un sentimiento de haber traicionado nuestra amistad sincera. Aquella vez no vi en ella convicción, me quedó la impresión de que aún dudaba del paso que había dado...
Meses después me enteré que había dejado a su familia y que ni siquiera sabían dónde se encontraba, creo que los veía muy pocas veces. Esto comenzó a crear dudas en mí acerca del grupo en el que se había metido...
El Contacto encubierto o
¡Vaya forma de cerrarse al diálogo!
En el 95 conocí al P. Daniel, que ahora es mi jefe y mi amigo. Lo escuché en una charla sobre las sectas, yo asistí porque siempre he sentido pasión por el tema, sobre todo después de haber "perdido" una amistad sincera. En esta charla, el padre mencionó algo sobre la Iglesia Internacional de Cristo.
En el 96 tuve contacto con miembros de la ICOC en Ciudad Universitaria, estudiaba en la Facultad de Química, conocía ya el tema de las sectas, conocía la Biblia, los fundamentos bíblicos e históricos que respaldan la legitimidad de la Iglesia Católica y sabía de la existencia de la ICOC, pero nada sabía de la manipulación psicológica de los grupos sectarios, por este tiempo me di cuenta de que era la agrupación en la que Bere había caído. Un día lunes, en la Biblioteca de la Universidad, después de mis rutinarias visitas vespertinas, me abordaron dos jóvenes, en la salida, fueron muy amables al presentarse, uno era de Ingeniería y el otro no recuerdo.
- Hola, mi nombre es X y el de él es XX, somos estudiantes que nos reunimos para estudiar la Biblia y aplicarla en nuestra vida. Te invitamos a una "conferencia" el próximo domingo, en el hotel X.
- A qué grupo pertenecen -pregunté- (De antemano yo sabía que eran miembros de la ICOC, por la charla del P. Daniel, en la que mencionó la forma en que te abordaban).
- Somos "cristianos"
- Bueno, sí, yo también soy cristiano - respondí -, tengo una relación personal con Jesús y le he hallado en la Iglesia Católica, mi vida le pertenece a Él. Lo que quiero saber es cómo se llama su grupo.
- Pues, somos sólo "cristianos" - afirmaron -
- Creo que ustedes son de la Iglesia Internacional de Cristo
¿no? - pregunté un poco molesto -
- Bueno sí, pero no importa el nombre sino que hagamos lo que la Biblia dice.
Después de este abordaje, comencé a cuestionarles sobre
el porqué ellos creían que la Biblia es inspirada (sobre
este tema ver SOLA
SCRIPTURA, en la página de REDIMIR)
. Les hablé sobre la canonización de la Biblia, sobre quién
había decidido cuáles libros formarían parte del Canon
y cuáles no, parecían escucharme, pero nada respondían,
estaban más interesados en que yo asistiera a la reunión
que en otra cosa, sin embargo se quedaron conmigo un buen tiempo y por
primera vez escuché el "eslogan" con el que los miembros de la ICOC
suelen cerrarse al diálogo:
"¿PERO CÓMO ESTÁ TU VIDA?",
yo respondí que el problema en ese momento no era mi vida sino la autoridad de la Biblia. No sabían qué responderme y se limitaban a decir que tenía primero que asistir a la reunión y después resolverían mis objeciones "hermanos más preparados". En esta oportunidad pude darme cuenta de que los miembros mienten de manera deliberada si el "propósito" así lo requiere (El "propósito" es reclutar nuevos miembros). Mintieron al no revelarme el nombre de su grupo y mintieron porque, después de mucho insistir, me dijeron que el sábado antes de la "conferencia" nos reuniríamos para ver mis "dudas". Me pidieron mi número telefónico y tuve a uno de ellos llamándome prácticamente toda la semana, para confirmar mi asistencia del sábado y del domingo, esto comenzó a molestarme e hizo que me arrepintiera de haberles dado mi número y de haber confirmado mi asistencia a la reunión. El jueves o el viernes terminé dando un pretexto para no asistir, pensé que dejaría de llamar, pero el mismo sábado en la noche llamó, ofreciéndome con un tono muy amable pero insistente, todas las facilidades para asistir el domingo (ahora sé que no lo hizo porque estuviera realmente interesado en mí sino porque, al no haber asistido, perdió una de sus "confirmaciones", es decir, la "cuota de reclutamiento" que a diario y estrictamente los miembros de la ICOC tienen que entregar a sus líderes y que consiste en los números de teléfono de las personas a las que han invitado a las reuniones) , tuve que decir que sí, pero no asistí. Persistió llamándome toda la semana otra vez y por fin accedí, nos veríamos el sábado por la mañana. Mi idea era discutir con él asuntos de doctrina, creo que la de él era comenzar los "estudios bíblicos" que caracterizan a la ICOC.
El mal rato o
¿Qué tiene que ver una cosa con la otra?
Por fin llegó el sábado y nos vimos en una estación del metro, de ahí nos dirigimos a un parque. Cuando llegamos me di cuenta de que ya lo estaban esperando varios miembros de la ICOC, eran unos veinte o treinta, entre hombres y mujeres. La cita fue en la cancha de voleibol, mientras se hacían los equipos, para comenzar los juegos, yo me preguntaba el porqué de esto ¿No se supone que veníamos a estudiar la Biblia? - pensaba -, sin embargo jugamos como una hora y media voleibol, mientras otros preferían jugar basquetbol. La verdad es que disfruté mucho jugando con ellos, porque, además de saber jugar parecía que se querían, lo que me desconcertó fueron las excesivas atenciones hacia mí, sin conocerme ya se estaban preocupando por mí, disculpaban mis errores al jugar, me animaban cuando me tocaba hacer el servicio, se emocionaban cuando hacía una buena jugada, etc. Fui "bombardeado de amor".
Al terminar de jugar, yo estaba muy cansado y sólo quería beber todo lo que tuviera apariencia de líquido, pero llegó el momento de "estudiar la Biblia", algunos se separaron con sus respectivos "invitados" y otros, seguirían jugando. Yo me separé con el que me había invitado, nos fuimos a sentar en una banca, yo tenía la impresión de que estabamos rodeados por todos lados de miembros de la ICOC, y en realidad era así, me sentía como en una isla extraña, en la cual yo era el único "raro" (Ahora sé que este sentimiento es precisamente el que los grupos sectarios tratan de crear deliberadamente en los posibles reclutas).
Él me preguntó, por mis dudas y dejó que yo hablara primero, después me compartió su "testimonio", me dijo que él venía de Oaxaca que estaba acostumbrado a un tipo de religiosidad popular un tanto supersticiosa, pero que, al venir a estudiar aquí, en el D.F. había encontrado "la iglesia verdadera" y había renunciado a "todas esas idolatrías y adoración de imágenes". Por mi parte comencé a darle argumentos bíblicos acerca del uso de las imágenes, le aclaré que los católicos no las adoramos, sino que son como una fotografía que tenemos de nuestros seres queridos, le comenté que ningún católico, por mal informado que estuviese, diría que si se rompe la imagen se acaba Dios o se queda el Universo sin su Creador (Para este asunto ver IDOLOS E IMAGENES en la página de REDIMIR) . Los argumentos bíblicos y de sentido común que le compartí, parecieron meterlo en aprietos, se notaba su nerviosismo y su ansiedad, nunca había visto a una persona así, le temblaban los labios y sus ojos se volvieron vidriosos, de pronto toda su amabilidad se tornó en agresividad y me dijo:
La esperanza o Gracias a Dios
la ICOC tiene muchas "caídas"
Cuando comencé a trabajar de "webmaster" para REDIMIR en el 96, tuve acceso al Internet y busqué páginas con información acerca de la ICOC, había muy pocas, en inglés por supuesto, una que otra de ex-miembros y una que otra de investigadores de sectas, "bajé" toda la información que pude, pasé horas navegando en busca de más y a la fecha prácticamente conozco todo el material que hay en inglés, pues casi todo está disponible en la Web. Es impresionante cómo ha aumentado la cantidad de esta información de dos años a la fecha, ahora puedes encontrar muchas páginas personales de ex-miembros sobre todo y de organizaciones de ex-miembros como REVEAL o REVIVE, esto quiere decir que muchos están abriendo los ojos y se están dando cuenta de la manipulación y el engaño de la ICOC.
Berenice II o cómo hacer que una persona
invierta la escala de valores
El año pasado, el 97, volví a escuchar de Bere. Una amiga común me mencionó que ella la había estado invitando a las "conferencias" y algo que me dolió mucho fue el hecho de que Berenice, me haya puesto ante ella como ejemplo de alguien que "sabe mucho" pero de nada sirve porque "su vida no lo muestra", y eso que no la he visto desde hace cuatro años.
En el mes de marzo del 98, otra vez tuve noticias de ella. Todas nuestras amigas comunes de la estudiantina estaban desconcertadas, pues ya les había llamado para invitarlas a las "conferencias" o a las "reuniones". después de mucho tiempo sin vernos, ellas me comentaron que les desagradaba la forma tan insistente y molesta en que Bere las contactó. Mientras ellas querían hablar de cómo les había ido en todo este tiempo y recordar los viejos tiempos en la estudiantina, ella sólo parecía interesarse en que la acompañaran a dónde las estaba invitando. Un par de ellas sí la acompañaron, pero no comenzaron los estudios bíblicos. Esto me hace pensar en como se degradan las relaciones humanas en la ICOC; para los miembros las personas ya no son amigos sino "posibles reclutas", ya no importa la amistad sino el buscar por todos los medios "aumentar las estadísticas de la iglesia".
Los primeros frutos o "Deléitate en el Señor
y el te concederá las peticiones de tu corazón" (Sal
37:4)
En los primeros días del 98, fuimos entrevistados en REDIMIR, acerca de las sectas, y hablamos un poco acerca de la ICOC, animando a los medios a realizar una investigación más profunda y amplia. Ya algunos diarios nacionales han sacado pequeñas notas (por ejemplo EL FINANCIERO, Lunes 23 de marzo de 1998) y algunos noticiarios de televisión (el ya desaparecido "En Concreto") la han mencionado de paso. Esto ya ha dado algunos frutos.
Al principio del mes de mayo, conocí a René, se contactó con nosotros, debido al artículo publicado en El Financiero, hacía algunos meses que había decidido abandonar la ICOC. Él estaba en una situación de depresión y de no querer saber nada de Dios ni de la religión (esto es típico en las personas que han abandonado un grupo sectario). Cuando nos vimos por primera vez era una persona con un rostro duro, pálido y un tanto triste. Poco a poco él ha estado recuperando su confianza en Dios, su capacidad de razonar correctamente y su capacidad de relacionarse adecuadamente con las personas.
En los primeros días de junio encontré un artículo en Internet que comienza con estas palabras:
- Le pedí a Dios que me usara para iniciar un movimiento en Internet en español para alertar sobre la ICOC a los latinoamericanos, y que logro que mi artículo sea puesto en un espacio de información sobre sectas (y eso que no es tan bueno el artículo).
- Le pedí a Dios que el trabajo no pasara desapercibido, y ya lo han leído algunos cuantos.
- Le pedí a Dios tener un aliado para llevar a cabo esta tarea, y te encontré a ti Carlos. Gracias."
(Mensaje de Moisés, 20 de junio de 1998).
Conclusiones o La semilla del Reino
es como la de mostaza (Mt 13:31-32)
Todo lo narrado aquí es testimonio de los caminos de Dios, que no son los nuestros. Sé que los miembros actuales de la ICOC, que lo lean, pondrán objeciones en su mente acerca de mí, tal vez digan que estoy amargado y por eso escribo esto, que mi vida no está bien (digo esto porque es lo que suelen hacer con sus críticos, descalificarlos como personas) , pero quiero decirles que no estoy amargado, que Dios me llena de su gozo a cada instante, pues es un Dios de paz y que mi vida está cambiando al ritmo que Dios quiere que cambie, cómo Él lo quiere.
Las razones por las que no soy miembro creo que son evidentes en mi
relato, pero puedo enumerarlas:
La destrucción familiar
Hace poco, estuve charlando con un miembro de la ICOC. Él me compartió la Escritura de Marcos 7: 1-8, (que es la que se utiliza en los estudios bíblicos para desacreditar toda la formación religiosa anterior del posible recluta) para decirme que debía abandonar la Iglesia Católica y hacerme miembro de la ICOC. Habla de que Jesús condenó las tradiciones de los fariseos, pues anulaban la Palabra de Dios: