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L
e c t u r a s
ASOJOB |
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Henrique
Guilherme Da Silveira
(mayo 1977) es miembro
de la Primera Iglesia Bautista de Palmira.
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Un estrecho corredor asfaltado atraviesa el cementerio y lo divide en dos partes casi iguales; aproximadamente en el centro, y junto al corredor, hay una caseta con cuatro columnas que sostienen un techo de tejas de barro y que cubre una superficie de 4 x 6 m. Bajo este techo han instalado, en cemento, una pequeña plataforma para el predicador y unas bases sobre las que se empotran los ataúdes. El corredor se divide un poco antes de llegar a la pared trasera.
Es poco probable que alguien entre por equivocación, aún si no sabe leer, ya que el cementerio católico -que está al lado- tiene una entrada más amplia, una capilla -parece más bien un hangar por su techo curvado- y la estatua del ángel de la muerte con su espada rige el portal. Aquí, en cambio, se alcanza a leer claramente ”Cementerio Libre” y, hace poco, pintaron el grueso muro de ladrillos de barro con cal azul. Palmira, como en algunas ciudades, tiene dos cementerios en el mismo sector.
Curiosamente casi todas las tumbas se encuentran en la parte posterior; el último sector de los muros de ladrillo ha sido destinado para los osarios. Adelante hay una amplia zona verde adornada con monumentos y lozas de principios de siglo. Sobresalen las tumbas enmohecidas del sargento viceprimero de las American Expeditionary Forces E.E. Barney, nacido el 25 de Noviembre de 1895 y muerto el 26 de Julio de 1.926; las de Karl Belden, muerto en 1921, y Ralph Blackhall, muerto en el 51; la del pastor bautista Gustavo Padilla, quien expiró en 1973 y las placas de Frida y Louiz Mayer, nacidos en Berlín y muertos en Palmira también en 1951.
Veinte minutos transcurrieron desde que la caravana, encabezada por la guardia de Honor del Cuerpo de Bomberos, salió de las instalaciones de la Primera Iglesia UME de Palmira. Más de quinientas personas venidas de diferentes partes del país han llegado al sepelio del rev. José Rengifo Cuervo; sobretodo muchos hombres y mujeres de Puerto Tejada -lugar en donde pastoreó de 1961 a 1966 y del 68 al 73.
Luego de un corto sermón, el grupo coral de la iglesia de Palmira canta, a capella, el himno favorito del pastor Rengifo, ese que solía tocar en su violín. Los presentes se unen a las voces del coro mientras que el ataúd empieza a descender al foso. El calor ha bajado también y la tarde del lunes, 15 de septiembre de 1997, está un poco más oscura.
En 1908 enviaron en barco a su primer misionero a Colombia, Charles Chapman, quien arribó, a comienzos de 1909, a Buenaventura y de allí emprendió su viaje por todo el país; decidió delimitar su campo de trabajo al suroccidente, puesto que en el centro y norte del país ya había misioneros presbiterianos. En 1916 se le unieron los esposos Theodor y Carrie Jhonston y su pequeña hija Katherine, familia que se encargó de establecer, en 1921, la Primera Iglesia UME de Cali, construida sobre la carrera octava entre calles 16 y 17; allí, además de la capilla, se construyó un colegio y se instaló una imprenta. Theodor Johnston decidió, en 1942, emprender un viaje misionero al Chocó y José Rengifo ocupó su lugar en la iglesia de Cali hasta 1949.
La familia Rengifo siguió asistiendo a la capilla evangélica de Trujillo; allí José recibía las instrucciones básicas de la doctrina y se ofreció para enseñar en la Escuela de la iglesia; en estas escuelas estudiaban los hijos y las hijas de protestantes y de liberales, ya que ningún colegio -en donde siempre se había impartido la religión del Estado- estaba dispuesto a recibir a estos pequeños. Fue en Trujillo en donde José conoció a una muchacha que asistía a la iglesia, Hermilda, y al poco tiempo formalizaron su relación de noviazgo.
La facultad gradúa a su primera promoción de licenciatura en Teología a 14 personas, entre ellas José Rengifo, quien, por su excelente desempeño es destinado para ser el primer pastor colombiano de la Primera iglesia de la Unión Misionera en Cali. Un año después, y aprovechando su temporada de vacaciones, vuelve a Palmira y contrae matrimonio con Hermilda; de esa unión nacería Luzcelly.
El 5 de Octubre de 1951, aprovechando el período de vacaciones, Los esposos Rengifo viajan a la casa paterna, en Betania, en donde la feligresía de la iglesia protestante ha aumentado considerablemente; Por esos días la capilla servía de refugio a Roberto Cardona y su familia, quienes hacía poco habían abandonado su finca amenazados por algunos “defensores del catolicismo”. A las cinco de la mañana, con “vivas” a la virgen, al Señor de los Milagros y al partido conservador, la puertas de la capilla evangélica son derribadas a golpes y Roberto y Benjamín, su hermano menor, son sacados a la fuerza de su escondite bajo las camas. Roberto es acribillado y minutos después Benjamín muere a cuchilladas en el patio de la iglesia. En la madrugada del 8 de Octubre de 1951 Betania estaba sitiado por una bandada de, aproximadamente, 80 pájaros que, con escopetas y antorchas, queman el pueblo, dando muerte a unas cien personas. El pastor Rengifo y Hermilda, junto con algunos militantes liberales, logran huir del fuego y las balas; durante tres días corrieron por los campos llenos de fango, debido al invierno, hasta llegar a Tuluá.
Con el dinero de su pensión había comprado una motocicleta, pero sus familiares le recomendaron venderla para no exponerse a accidentes o a un atraco. Entonces compró una bicicleta de montaña para movilizarse, ya que en las mañanas salía al centro de la ciudad a efectuar diferentes diligencias.
Un vecino del sector lo encuentra minutos después y lo lleva al hospital San Vicente de Paúl de Palmira, en donde es atendido pero, debido a su gravedad, es remitido al Hospital Universitario Evaristo García de la ciudad de Cali, lugar en el cual expira a las 2 horas de la madrugada del viernes 12.
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