El cultivo de las Alubias de Ibeas, geográficamente se sitúa en la comarca del Arlanzón medio - alto, (ver plano) entre las localidades de Villasur de Herreros y Burgos capital. Las poblaciones que habitualmente en mayor o menor medida mantienen la tradición alubiera son: Villasur de Herreros, Arlanzón, Ibeas de Juarros, San Millán de Juarros, Zalduendo, Cuzcurrita de Juarros, Cuevas de Juarros, Castrillo del Val, Cardeñajimeno, San Medel y Castañares.
Paraje natural, marcado por los sotos y bosques de ribera del río Arlanzón y sus afluentes, de gran riqueza paisajista, flora y fauna. Con estas bendiciones de la naturaleza, no es extraño que entre los pueblos de Ibeas de Juarros y Atapuerca, se establecieran las primeras colonias de homínidos conocidas. Seguramente por estas tierras cazaba y recogía alimentos el "Homo Antecesor", como ha podido descubrirse recientemente, debió tener una gran fortaleza física, sus restos han podido permanecer conservados perfectamente para identificarlos en nuestros días, gracias a su magnifico estado. Estos seres no pudieron alimentarse de Alubias de Ibeas, al menos las que nosotros conocemos. La variedad actual, según parece, llegó de América miles de años después de su muerte. A estos primeros habitantes, seguramente, los habríamos encontrado mucho más saludables, si hubiesen dispuesto en su dieta de tan magnifico alimento.
El cultivo, variedad local, semilla color morado intenso, redonda, fina, brillante, es la base de un plato típico burgalés, la "Olla Podrida"
Su siembra ha pasado por distintas vicisitudes, según cuentan las personas ancianas entrevistadas, su producción y consumo durante épocas pasadas fue alto, siendo un alimento básico y primordial en la dieta de muchas familias, antes de los años sesenta, cayendo posteriormente la demanda. Como contrapartida su cotización actual es mejor, seguramente por la promoción conseguida en los concursos patrocinados por la Excelentísima Diputación Provincial de Burgos a los que tanta ayuda presta en su organización el Hotel y Mesón "El Cid" de nuestra capital, que las incluye en sus cartas gastronómicas como uno de los platos de nuestra tierra.
La leguminosa en cuestión, durante muchos años fue un cultivo básico para los habitantes de la zona, siendo una desconocida en lugares próximos, incluso a escala provincial. Actualmente, fuera de la comarca, tampoco resulta fácil encontrarlas en mercados o restaurantes. El nombre, ya consolidado, surge del lugar donde se prodiga más abundantemente, Ibeas de Juarros. Sus principales mercados se encuentran en las localidades productoras y Burgos ciudad, comercios especializados de alimentación y restaurantes.
Como especialidad local, de explotación escasa y buen prestigio, no tiene excesivos problemas para su comercialización, aunque en los últimos tiempos han surgido algunas competidoras de la vecina Rioja o incluso algunas importadas de Iberoamérica, Turquía y otros países.
Se debería potenciar su cultivo y sobre todo facilitarlas un carnet de identidad con sello de garantía de origen, evitando la confusión existente entre los consumidores.
Existen multitud de variedades, algunas de aspecto similar en tamaño, color, forma, etc., llegan a los mercados, vendiéndose como Alubias de Ibeas sin que el consumidor final pueda saberlo. El precio suele ser algo menor. Su calidad tampoco es parecida a las auténticas. Al mezclarse los productos, se está confundiendo alubias importadas con las de la comarca, cada una procede de un lugar, se cultiva de distinta forma, pudiendo pasar años antes de llegar a las cocinas, e inducir a calificar erróneamente su calidad, además de considerar sus precios erráticos y abusivos.
Como producto agrario no subvencionado por la P.A.C. (política Agraria Común) tiene que automantenerse por sus propios rendimientos y autodefenderse, cuestiones estas difíciles de no agruparse los productores para una defensa conjunta.