Ensayos


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In the following you will find a list of essays I have written for my undergraduate studies at the Free University of Queretaro.


A continuación encontrará algunos de los ensayos que he redactado para mis estudios de licenciatura en filosofía en la Universidad Autonóma de Querétaro.

Algunos de los ensayos llevan de manera muy obvia la marca del curso que era su origen y destino; pero de alguna manera -en algunos casos más limitadamente que en otros- reflejan mi pensar acerca de los problemas filosóficos que tratan.

Claridad: Comparación de la noción de claridad en Descartes y en Wittgenstein

Resumen

Tanto para Descartes, como para Wittgenstein, la noción de ‘claridad’ juega un papel importante en el desarrollo de su argumento. El ensayo ofrece una breve descripción del uso que Descartes hace del concepto en la obra Meditaciones Metafísicas. Se ofrecen algunos aspectos del uso que Wittgenstein hace de este concepto, principalmente en relación con la noción de ‘representación gramatical’. Finalmente se hace notar muy brevemente que la noción de claridad de Descartes está directamente en el foco de la crítica que Wittgenstein hace a la filosofía cartesiana, por lo que no son solamente nociones incompatibles, sino, en cierto sentido, diametralmente opuestas.

Aproximación a la visión estética de Wittgenstein

Preámbulo:



Wittgenstein jamás escribió sobre cuestiones estéticas con la intención de publicarlo. Pero seguramente no porque el tema no le interesase. Wittgenstein vivía intensamente los problemas de la cultura, la religión, el arte y la estética y cuando en sus conversaciones y lecciones o apuntes privados reflexionaba acerca de estos temas siempre los veía como estrechamente unidos ente sí, realmente inseparables. No tengo como probarlo, pero a partir de la manera como trató estas cuestiones concluyo que no hizo un intento de producir algo cuya publicación hubiera podido aceptar, porque había demasiados obstáculos que bloqueaban el camino a una visión estética apropiada y que era necesario antes un giro “Copernicano” del punto de vista no sólo con relación al arte y a la estética, sino de nuestra visión y actitud ante la vida. Religión y arte no eran cuestiones de poco interés para la filosofía, sino lo que realmente importa en la vida humana; pero no los podemos ver correctamente porque tenemos la mira distorsionada por una mente acondicionada a esquemas de explicación científica. No podemos ver el arte y mucho menos la ética o la religión con propiedad mientras nuestro paradigma de explicación sea físico-causal-mecanicista.



Lenguaje, Causalidad y Claridad; Estética como elemento fundamental de la persuasión (aproximación)

Objetivo



En la película Memorias de una Geisha el coronel Derricks del ejército vencedor, encargado de otorgar contratos de suministro a los vencidos japoneses, solicita sexo por dinero a la Geisha Sayuri. Memorias de una Geisha es una película EE. UU.-americana que se produjo con miras a la taquilla en Estados Unidos. Habría pocos espectadores que no perciban a Derricks como un bruto frente a una sofisticación erótica que no logra entender, ni siente –evidentemente- necesitad de intentarlo. Volveremos con Sayuri y Derricks. Tanto Lyotard (en cuanto autor de Le Différend) como Rorty invocan con frecuencia la legacía de Wittgenstein; lo que tienen los tres en común, es que quieren romper el embrujo con qué la ciencia nos tiene hipnotizados. Para los tres sería más importante que la filosofía entendiera propiamente la complejidad de situaciones como la invocada en el párrafo anterior que seguir la pista de un solo tipo de discurso: la preocupación por la epistemología. Pero tanto Lyotard como Rorty abandonan parte del mensaje de Wittgenstein para poner énfasis en diferentes aspectos de la narrativa filosófica que se me antojan desequilibrados. Mi objetivo en este ensayo es persuadir al lector de que la crítica de ambos no toma en cuenta la complejidad del mensaje de Wittgenstein, y que la propuesta de cada uno de ellos distorsiona, oscurece o limita, de diferente manera, la claridad que éste buscaba; pienso que nos irá mejor si volvemos a establecer todo el espectro de la búsqueda que Wittgenstein identificaba con hacer filosofía.



Racionalismo crítico; aspectos de la filosofía de Karl Popper

Resumen



Se presenta en términos someros la noción de “racionalismo crítico” de Popper y de algunos conceptos claves relacionados con ella. Se llega a la conclusión, que la negativa de Popper de tomar en serio los problemas semánticos vicia su filosofía de la ciencia y en general su propuesta filosófica.


Sólo un poma: Reflexiones sobre una vivencia estética

Advertencia preliminar



Hay una antigua leyenda acerca de la musicalidad del emperador Francisco José I (aquel que inició la primera guerra mundial): Se decía, que solamente conocía dos piezas de música: una era la Marcha de Radetzky, y la otra no . Algo así me pasa con la poesía: simplemente no me entra. No tengo ni la inteligencia ni la sensibilidad para comprenderla. Tampoco me gusta el baile, ni verlo ni practicarlo, y si trato de marcar un ritmo me pierdo después de los primeros tres tactos. Quizás tenga que ver con mi incapacidad lírica. Pero hay una excepción. En mi vida hay un poema que – según parece – escribió mi destino. Este trabajo es un intento de reflexión acerca de esta vivencia y que tiene o no que ver con la estética.



Ensayo sobre la vida y obra de Cardano

1. Preámbulo



Entre la enorme cantidad de cambios que se dieron en la Europa Occidental durante la transición de la sociedad medieval a la renacentista, el repentino despertar del interés por las matemáticas es sólo una de las facetas que fue a la vez motor, soporte y resultado de las transformaciones. Una de las figuras más notables entre los muchos matemáticos de esta época es el multifacético Girolamo Cardano de Pavia, pero sus logros son relativamente poco conocidos en términos generales, y mucho de lo que se sabe de él se debe a malentendidos, en su mayor parte debido a proyecciones a partir de la situación nuestra. Trataré de contribuir a que esta situación mejore.
Entre mis propósitos, al seleccionar el tema del presente ensayo, figuraba entre otras también obtener una idea más clara sobre el concepto de número que hubiesen tenido los hombres renacentistas como Fibonacci, Cardano y Tartaglia. Este objetivo resultó ser evasivo por carecer yo de los conocimientos previos mínimos en la materia, por no tener acceso oportuno a fuentes primarias pero también porque es un tema que sigue siendo bastante oscuro y poco comprendido para los propios estudiosos de las matemáticas y de la filosofía de las matemáticas .
Agradezco a Jorge Roaro haberme conseguido el libro de Girolamo Cardano en uno se sus safaris bibliográficos al Distrito Federal y al Dr. José Luís Rolleri el préstamo de los libros de la historia de las matemáticas y de filosofía y ciencia, todos ellos citados en la bibliografía al final del trabajo.



La visión moral y política de Calicles y Sócrates en el diálogo Gorgias de Platón

Prólogo



Cuando leemos un diálogo como Gorgias, lleno de expresiones referidas a conceptos abstractos como “justicia”, “belleza”, “lo bueno”, “el alma”, “lo que es y no es un arte”, estamos generalmente demasiado dispuestos a asimilar la sociedad, en que fueron redactados, a nuestra propia situación y se nos olvida que la situación socioeconómica y cultural de la πόλις helénica tenía más en común con las ciudades mayas precolombinas, con los señores feudales en la Europa medieval o las comunidades regidas por “warlords” africanos o afganos de hoy en día, que con la nuestra . Tanto más debe sorprendernos la sutileza y sofisticación de los argumentos y su abstracción y que haya podido surgir un interés tan sublime en lo íntimamente humano. Pero simultáneamente debe ayudar a recordarnos que no es cierto que una cultura sofisticada pueda darse sólo en un ambiente similar a la “alta civilización europea” y que el espíritu humano es fértil aún en las situaciones “más primitivas” y adversas.
Aunque hayan pasado dos siglos desde que la ética helénica se hubiese cristalizado primeramente en las grandes epopeyas homéricas, en los siglos IV y III estaba muy vigente todavía el sentimiento de valor especial entre la nobleza ateniense a raíz de la valentía que formó su razón de ser y la base de su educación. Me imagino que esta casta de guerreros estaba celosa de una organización social que todo lo nivelaba e igualaba bajo una misma ley vigente para todos los hombres libres, como sucediera en la Atenas de Pericles . En este conflicto social, Calicles y Sócrates están del mismo lado durante las partes del diálogo que tiene que ver con ética . A ninguno de los dos se les ocurre que los hombres podrían ser todos iguales, por más que Sócrates se refiere con frecuencia a “cualquier hombre” y su alma; el sujeto ético de ambos es esencialmente el hombre noble y poderoso, el que no tiene en su actuar más límite que su propia voluntad. El hombre que todo puede ¿cómo debe comportarse? es en el fondo la pregunta que Sócrates dirige a Calicles, y este, por lo pronto, contesta “a su antojo”. El argumento ético del Gorgias es una senda sinuosa que intenta mostrar que esto no es así. La visión que Sócrates tiene de la política es esencialmente un derivado de su visión ética, asentada en una serie de otros supuestos platónicos. La de Calicles realmente parece ser incoherente y adoptarse más a las necesidades inherentes a la continuidad del diálogo que a la presentación de una visión política coherente opuesta a la de Sócrates.
La visión ética de Sócrates (y se vale suponer de Platón) encierra un concepto de “castigo como remedio del alma”. Evidentemente no es un tema inventado por Platón; todos estamos de acuerdo, a menos algunas veces, que se debe castigar quien cometa un acto que consideramos malo. Es muy difícil argumentar en esta circunstancia coherentemente que tengamos derecho a exceptuarnos a nosotros mismos del castigo, aplicable a los demás. Podemos comprender entonces la exposición que hace Platón del tema mejor como intento de explicar nuestra actitud al respecto, que a manera de postulado ético ex nihilo.

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El concepto de la libertad en Sartre desde una perspectiva wittgensteiniana

Prólogo



Quizás él concepto más fundamental para las ideas existencialistas –en la versión sartreana- acerca de la ética es el concepto de la libertad. Pienso que el concepto de Sartre es una idea metafísica-esencialista y no creo que sea posible sostenerla en esta forma coherentemente en la discusión filosófica contemporánea. Pero confieso que veo con mucha simpatía el intento heroico de Sartre de mantener en alto la libertad del hombre-individuo frente a la idea universal del hombre como penúltimo reducto de la ilustración. Creo que en las raíces cartesianas de la idea de libertad que alimenta también a Sartre podemos encontrar una manera anti-esencialista, anti-metafísica para defender la libertad del hombre particular. Es apenas el esbozo de una idea y para nada tengo claro si da para más.

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Inconmensurabilidad y Traducción
Thomas S. Kuhn y cómo interpretar los cambios de paradigma científico

Prólogo



Aproximadamente siete años después de la primera publicación en inglés del ensayo La estructura de las revoluciones científicas, su autor sintió la necesidad de explicar en un epílogo algunos de los conceptos y puntos de vista desarrollados en él, ya que habrían provocado una gran cantidad de criticismo de otros pensadores dedicados a la filosofía de la ciencia. Kuhn expresa que también había algunos comentaristas que simpatizaron con muchas de sus ideas, pero que ocasionalmente las habrían interpretado mal y pensaba conveniente corregir su percepción en algunos detalles. Un tema particularmente difícil de digerir para los defensores de una epistemología más tradicional queda circunscrito bajo el término de inconmensurabilidad; esta expresión se refiere a la imposibilidad de comparar sucesivos paradigmas científicos en sus propios términos, precisamente porque lo que separa un paradigma del otro es un cambio radical de percepción de los fenómenos que forman el paradigma y que son designados por los conceptos centrales de él. En el epílogo, Kuhn intenta hacer el uso de este término más palpable para sus detractores, tratando de complementarlo con la idea de que siempre sería posible traducir entre teorías que pertenecen a diferentes paradigmas científicos. Pienso que Kuhn logra efectivamente precisar en el epílogo algunos de los puntos de vista del texto original; pero noto también, que ha empezado a explorar una nueva filosofía de la ciencia que no aparece en la primera versión del libro. El argumento que Kuhn deriva de ella me parece más bien una distracción desafortunada que nada contribuye a la plausibilidad de su concepto general de la historia de la ciencia. En cuanto a la afirmación de la inconmensurabilidad de diferentes paradigmas científicos, Kuhn –distraído por su nuevo y poco afortunado interés científico, según creo- diluye su concepto original innecesariamente sin lograr con las concesiones a sus detractores restar plausibilidad a sus críticas o de hacer el concepto coherente.

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La resucitación de Hegel en la filosofía anglosajona contemporánea

Prólogo



Cuando yo me propuse estudiar filosofía hace unos treinta y cinco años estaba ante la alternativa de estudiar bajo la supervisión del catedrático Erich Heintel, dedicado a la filosofía de lenguaje, y un marxista cuyo nombre he olvidado, por vergüenza mía. Mi interés en la filosofía no tenía nada de teórico. Yo quería entender el mundo en que vivía, por qué era tan incongruente, por qué había tan poca coincidencia entre la vida con que me habían enseñado soñar en una educación humanista y la vida como parecía realmente ser. No podía entender como alguien podía interesarse por estudiar cosas abstractas como el lenguaje, cuando lo que se debía estudiar era la vida misma. Así que me puse a estudiar con el marxista y lo primero que hice fue inscribirme en un seminario sobre Hegel (no recuerdo las otras materias); pobre profesor: tenía un salón lleno de novatos sin la más remota idea de filosofía pero que reclamaban saberlo todo porque habían leído un poco de Marx y estaban dispuestos a condenar todo bajo la etiqueta de “ideología burguesa” lo que no conformaba a nuestro mal entendido materialismo dialéctico. Recuerdo una que otra exclamación desesperada del Sr. Profesor cuando atacábamos a lo que decía acerca de Hegel: “pues – ¡pero entonces ya no hay ninguna diferencia con Marx!” Nosotros, desde luego, más que marxistas, éramos románticos y romántica era nuestra lectura de Marx. Decíamos “revolución del proletariado”, pero nos referíamos al rescate del sujeto único, profundo, libre, universal. Nuestros héroes, sin que lo supiéramos, eran Schiller, Lessing, Hölderlin, Schlegel y compañía más que Marx, Engels, Lenin y Trotzky. Reconocerlo, sin embargo, me tomó casi una vida.

Causalidad y Libertad
Reflexiones sobre la filosofía práctica de Kant

Extracto



Kant se da cuenta de que la explicación científica del mundo con la ayuda de leyes mecánicas, muy notablemente las leyes establecidas por Newton, apunta hacia una contradicción que la filosofía debe resolver: el hombre es un ser moral, y la moralidad no tiene sentido si el hombre es determinado por leyes mecánicas. Lo que Kant concluirá, para resolver este conflicto, es que el hombre no es identificable sólo en el ámbito en el cual reinan las leyes de la causa eficiente, sino su ser da más allá de lo aparente: este es el sentido de la libertad kantiana. El hombre debe, pero la causa eficiente no puede explicar el deber. Entonces, el hombre es libre, porque para deber, debe poder cumplir la ley moral dictada por la razón pura. El principio rector es la voluntad racional.
Kant resuelve el conflicto diciendo que, a fin de cuentas, toda explicación es explicación nuestra de un mundo que es aparente para nosotros. Por eso, el modo de explicación pertenece al sujeto, y éste, por lo tanto es anterior al modo de explicación. No es, desde luego, como si pudiéramos cambiar el modo de explicación a voluntad, sino la división kantiana del mundo en fenoménico y nouménico, es expresión sólo del hecho que el hombre, en cuanto noumenon no es sujeto a las leyes con que aparece ordenado el mundo fenoménico.
Para Kant, es una y la misma razón la que engloba tanto el mundo fenoménico (que es el reino de la causa eficiente, junto con espacio, tiempo, cantidad, cualidad, relación y las otras modalidades) como el reino de la causa por libertad. Para ello él supone la razón, en su aspecto de razón pura, como facultad del sujeto que opera a partir de principios a priori, es decir, como determinación que opera el sujeto. Esto tiene que ser así, es decir, la razón pura no puede depender de la experiencia en ningún aspecto en absoluto; de lo contrario el sujeto no sería anterior, sobre todo, a las leyes de la causalidad eficiente.
Pienso que nosotros tenemos hoy más motivo que ninguna generación anterior por preocuparnos por los efectos de la aparente antinomia entre la validez ineludible de la causa eficiente y la igualmente inevitable necesitad de comprendernos como agentes libres. Por los motivos que ya he mencionado y muchos otros, sin embargo, el diálogo filosófico contemporáneo considera el sistema kantiano y los conceptos que de él emanan como problemáticos. El propósito del presente ensayo es señalar que, a diferencia de muchas otras propuestas filosóficas posteriores a Kant, la filosofía de Wittgenstein permite identificar en ella un motivo central relacionado con la preocupación de Kant que dio origen al concepto de la libertad de éste, y hace posible dar salida a ella sin por ello caer en explicaciones extrahumanas como lo harían por ejemplo, el tomismo o el vitalismo, ni tampoco en un discurso de ontología declaradamente metafísica como el de Heidegger . Sugiero que la manera en que una filosofía aborda la antinomia entre causa eficiente y sentido humano del discurso, sin hacer a un lado uno u otro aspecto de este conflicto, ni recurrir a un Deus ex machina que nada explica, puede servir de prueba de ácido para dicha filosofía.

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PUTNAM, WITTGENSTEIN & EL PRAGMATISMO

De lo que trata este ensayo



Putnam dice que Wittgenstein no es un pensador pragmático, pero se le puede leer como si fuera uno. Esta afirmación arroja varias preguntas más de las que Putnam se encarga de tratar en el libro que principalmente aquí nos ocupará. Enumeraré a continuación algunas de ellas:
(i) Si es tan conveniente ser un pensador pragmático ¿por qué Wittgenstein decidió no serlo? William James, por ejemplo, es un referente permanente en la obre del segundo Wittgenstein (detesto esta expresión, pero qué le vamos a hacer); así que no es porque Wittgenstein hubiera desconocido esta opción.
(ii) Putnam nos señala una serie de elementos que nos permiten ver semejanzas entre la filosofía de Wittgenstein y la de Peirce, James y Dewey; hasta de Rorty (aunque a éste lo maltrata bastante). Pero nunca nos dice por qué Wittgenstein no es un pragmático.
(iii) Wittgenstein no es un pragmático, dice Putnam. ¿Putnam es uno? A mi me parece que Putnam es quizás aún menos pragmático que Wittgenstein y en un sentido no menos importante que éste (aunque diferente).
(iv) Putnam afirma que Wittgenstein comparte con los pragmáticos una fuente de inspiración: la primacía de la filosofía práctica sobre la filosofía teorética sostenida por Kant. Pienso que esto es cierto, aunque creo no exactamente en el sentido que le da Putnam. Pero sobre todo es importante notar que esta inspiración lleva los pragmatistas a una filosofía pragmática, pero no a Wittgenstein. Me parece que Putnam pasa por alto esta diferencia.
Me temo que este ensayo no contestará ninguna de estas preguntas de manera directa; pero creo que todas ellas recibirán de una u otra forma alguna luz. Resumiré en la primera parte las razones que Putnam ofrece para interpretar la filosofía de Wittgenstein como brindando apoyo a la propuesta pragmática. No quiero dejar duda alguna de que Putnam me parece ser un excelente lector de Wittgenstein y si él rechaza algunos aspectos importantes de su filosofía, lo hace de manera muy conciente y por motivos ajenos a sus propias convicciones pragmáticas, según creo; quizás con la excepción que a continuación insinúo. En la segunda parte trato de señalar (i) algunos aspectos de la filosofía de Wittgenstein que se pierden en una interpretación como pragmático y por los que, precisamente, no sería un pragmático; (ii) que Wittgenstein, en un aspecto importante, tampoco es un pragmático en el sentido que intenta Putnam; trataré (iii) de persuadir al lector de que Putnam rechaza la propuesta de Wittgenstein como manera de hacer filosofía no (tanto) desde un punto de vista pragmático, sino porque nunca ha dejado de ser un filósofo de la ciencia que respira, transpira y suspira la epistemología, no obstante, que, lo que él dice, para nosotros hoy en buena medida es, justamente, constitutivo de lo que significa ser un filósofo pragmático.

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Memoria Comprometida
de Horacio Cerutti Guldberg
Resumen de lectura

Este libro, editado por el Departamento de Filosofía de la Universidad Nacional de Costa Rica es algo así como una compilación de varios discursos y escritos preparados, respectivamente, dictados por Horacio Cerutti –hasta donde se puede saber del mismo libro- entre 1981 y 1995, la vasta mayoría de ellos de la primera mitad de los años 1990. No obstante que los trabajos individuales que componen el libro hayan sido elaborados en circunstancias y por motivos muy diversos, el autor detecta en ellos una preocupación intelectual recurrente que le parece justificar su compilación en un libro y bajo un título que invoca, ciertamente, tanto el compromiso del autor con la causa de su quehacer intelectual como el hecho de que de un recorrido se trata, precisamente, a través del tiempo de este quehacer; no obstante que su publicación sea, como él dice, el fruto de su amistad con el titular de la facultad de filosofía que lo edita, o sea, se deba a una situación más bien circunstancial que dictada por el mismo desarrollo de un tema específico.

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Philosophia ancilla politicorum?
Reflexiones sobre la filosofía nuestroamericanista de Horacio Cerutti

Resumen y a manera de preámbulo



Este escrito hay que leerlo como la segunda parte de la discusión del libro Memoria Comprometida del Dr. Horacio Cerutti Guldberg; la primera parte consiste de un resumen de la propuesta de su autor. Esta propuesta, en lo que aquí nos concierne, consiste en sugerir la gestión de una filosofía nuestroamericanista al servicio de un proyecto regional (geocultural) de emancipación cuya función consistiría en pensar la (nuestra) realidad críticamente. La metodología propuesta es la reconstrucción racional historiográfica de las ideas latinoamericanas a manera de ensayo (más bien que de la reflexión sistemática). Lo que debe evitarse es adoptar ciegamente modelos ajenos, pues la adopción de los modelos impide aprender de y aprehender la realidad latinoamericana. En este escrito pretendo ahora señalar algunos problemas de principio que el proyecto parece tener, tal como lo describe Cerutti. Intentaré hacer ver también que el discurso de Cerutti encierra inconsistencias serias que finalmente, afectan inclusive su propio proyecto, aún si se interpreta en el sentido más favorable posible. Por motivos de espacio y tiempo, entre otros, este trabajo no puede más que insinuar y señalar los problemas a guisa de ejemplo.

La existencia de Dios y otras preguntas extrañas
un breve artículo para "El café de enfrente"

El primer párrafo:



Parece que me aproximo asintóticamente a un silencio platónico; tanto más claras me parecen las cosas, tanto más difícil encuentro palabras para expresar tal claridad. Antes de caer en silencio total (al menos sobre este tema) quiero revisitar una aseveración que he defendido (creo) a lo largo de los ocho semestres que duró mi carrera (hasta ahora): ni la pregunta por la existencia de Dios, ni la respuesta a ella tienen sentido; aunque mi argumento ha variado – qué es precisamente mi motivo para revisitar el tema, que en lo demás me parece ocioso.

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Dios y las preguntas extrañas, segunda parte
un breve artículo para "El café de enfrente"

...unas palabras previas...



Los filósofos hoy en día, aún sin ser declaradamente wittgensteinianos o heideggerianos, generalmente asumen las consecuencias del “giro lingüístico” en la filosofía que es caracterizado más típicamente por las filosofías de Heidegger y Wittgenstein. Esto no quiere decir, que lo aceptan sin protestar. Por ejemplo, Habermas no suscribe lo que llama la “hostilidad a la teoría” en la filosofía de Wittgenstein, pero declara, por otro lado, con toda naturalidad en medio de un análisis sobre “las raíces de la racionalidad” en una frase que suena netamente wittgensteiniana: “pertenece a la gramática de la expresión »saber« que todo lo que sabemos puede ser criticado y justificado.” o aún más explícito: “En las sociedades post-tradicionales, o en las condiciones del pensar post-metafísico, es válido, desde la postura de una tercera persona – que todo saber (también es parte de la gramática de esta palabra) es falible...” [Tomo estos pasajes de “Rationalität der Verständigung. Sprechakttheoretische Erläuterungen zum Begriff der kommunikativen Rationalität. Herbert Schnädelbach zum 60. Geburtstag” en Wahrheit und Rechtfertigung, Suhrkamp, Frankfurt, 1999, p. 107]. No todos los filósofos contemporáneos importantes asumen el giro lingüístico en este sentido. De los que sí lo hacen serían, además de Habermas, por ejemplo, Apel, pero también Quine, Davidson, Rorty, Taylor y el Putnam pragmático; de los segundos, sólo a guisa de ejemplo, Kripke, Fodor, Dennett, Churchland y el Putnam funcionalista. Pero lo que separa un grupo del otro es una cuestión de grados; ninguno de estos filósofos simplemente ignora el giro lingüístico, sino ellos reaccionan ante él de diferente manera. La primera parte de mis reflexiones sobre las dificultades alrededor de la pregunta “¿hay Dios?” dialoga con una postura que claramente no asume el giro lingüístico de esta manera; supongo ahí simplemente que, quién confía en un sentido irrestricto de semejante pregunta y su posibilidad de contestarla de una vez para todas, lo hace porque no se le ha ocurrido ver esto como problemático. La postura reflexiva de la que parto, en otras palabras, es la que naturalmente tenemos como hijos de la modernidad, y no será fácil desprendernos de estos supuestos; espero, sin embargo, que estas contribuciones adquieran con el tiempo un significado menos restringido.

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