EL HACHA PERDIDA

 

Un hombre perdió su hacha.

Sospechaba del hijo de su vecino.

Al observar su forma de caminar, le parecía

que era la propia de un ladrón de hachas,

su fisonomía, la de un ladrón d hachas;

todos sus movimientos y gestos eran, sin excepción,

los propios de un ladrón de hachas.

 

Al poco tiempo, el hombre fue a cavar

al valle y se encontró su hacha.

Al día siguiente cuando volvió a ver

al hijo de su vecino, ni uno solo de sus movimientos

o gestos le parecieron los de una ladrón de hachas.

De: “SALIO EL SEMBRADOR” Vallés, Carlos G.

 

 

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