Los expedientes del THINK! Project
(NOTA: léase previamente el Expediente 97/02/01, que resulta necesario para entender lo que sigue)
El caso O'Brien no para de sorprendernos. Como recordarán si han leído el expediente 97/02/01, y los artículos en la red que ahí se referencian, la novela de Javier Esteban convenció a unos cuantos sesudos (es un decir) investigadores de los ovnis de que realmente Douglas O'Brien sabía mucho de ovnis, de la CIA y de variados contubernios. Tanto que no les importó que la persona detrás de Dougas, es decir Javier, fuera tan joven como para haber sido (de ser todo cierto) el espía infantil más fructífero de la historia, con tan solo 8 años de edad.
Lo que demuestra, bien una precocidad increíble, bien una completa estupidez por parte de quienes se creyeron su historia... Algo que muchos nos temíamos.
Agradecemos al Sr. Esteban / O'Brien su interés sobre nuestros expedientes. El mismo nos ha proporcionado el material documental que nos permite este nuevo expediente. De paso, aprovechamos para disculparnos por nuestros comentarios no demasiado misericordes con su pelambrera... Realmente, son unas amplias entradas y no una "acelerada alopecia". (Aunque añadimos: tiempo al tiempo)
Pero bueno, dejémonos de prolegómenos, y vayamos a los hechos. Dado que el texto ha resultado excesivamente grande, hemos decidido cortar de vez en cuando... Bastará con seguir las instrucciones, y, como siempre, cruzar los dedos para que todo vaya bien. (¿?)
Por ejemplo, un interesantísimo artículo del periodista/novelista y fabulador/investigador español Juan José Benítez, aclamado en muchos sitios como lo mejorcito de la investigación hispánica en esto de los platillos... (tangencialmente, comentamos que en próximos Expedientes Think! abordaremos algunas otras de las maravillas que este hombre ha venido proporcionando a las antologías del disparate).
Publicado en "El Heraldo de Aragón", con fecha 21 de agosto de 1983, página 31. Se titula "OVNIS: SOLO LA 'PUNTA DEL ICEBERG'", y está escrito por él mismo. Aunque esto alargue un poco el tema, vamos a transcribir el artículo completo (manteniendo tal cual lo publicado)
PODRIAN PROVOCAR UNA GUERRA ATOMICA POR "ERROR"
OVNIS: SOLO "LA PUNTA DEL ICEBERG"
LA OTAN Y EL PACTO DE VARSOVIA DISPONEN DE ABUNDANTES
PRUEBAS SOBRE LAS CONTINUAS IRRUPCIONES DE ESTOS OBJETOS
Me ha sorprendido leer en un reciente informe de Michael Hallaran, del "New York Times", que en relación a una posible guerra nuclear por error en el capítulo de "falsas alarmas" se haya guardado el más absoluto mutismo sobre esa constante preocupación que constituyen los ovnis para los expertos en pantallas de radar y sistemas de cámaras electrónicas.
En mis doce años de investigación del fenómeno de los "no identificados" por todo el mundo, he tenido la ocasión de averiguar un sin fin de casos, ocurridos en Europa, Estados Unidos, Unión Soviética, etcétera, que revelan la gravedad de las continuas irrupciones de estos objetos en los espacios aéreos de las grandes y pequeñas potencias.
Uno de esos casos, clasificado por Norteamérica como "confidencial", tuvo como protagonista a un interceptor F-94. Una noche, este caza norteamericano se encontraba sobrevolando la sección de energía atómica de Hanford (Washington). Cuando el reactor se hallaba a ocho mil metros, los radares de tierra y el del propio avión captaron un objeto no identificado que se aproximaba a gran velocidad hacia el F-94. El piloto se vio obligado a efectuar una "ruptura" (un giro violento) para evitar la colisión. El ovni invirtió rápidamente su dirección, dirigiéndose de nuevo hacia el caza. En esos momentos, el piloto creyó que se trataba de un ataque, y disparó sobre el objeto, que esquivó los cohetes, jugando prácticamente con el yanqui como el gato con un ratón.
Por supuesto, estos incidentes son igualmente comunes en el bloque socialista. El 5 de marzo de 1968, en la zona de misiles nucleares próxima al lago Baikal, en la Unión Soviética, otro ovni se dirigió hacia la zona de lanzamiento. En segundos, los radares soviéticos detectaron el objeto, y varias escuadrillas de Mig 23 salieron en su persecución. Todos los presentes pudieron ver con asombro cómo el ovni -con forma de disco- descendía lentamente. El ovni se acercó al silo más cercano y los grupos de combate se dirigieron hacia él. Los soldados abrieron fuego cuando el objeto quedó suspendido a unos doscientos metros del suelo, cumpliendo así las órdenes del ministro de Defensa: "Primero destruir; después estudiar". Por su parte, los Mig lanzaron también su cohetería sobre el aparato, que -de un "salto"- se perdió en el cielo.
TAMBIEN EN EL MAR
Pero los sistemas de defensa electrónica no sólo "gritan" por la invasión de los ovnis en el espacio aéreo. También se han dado numerosos casos en el mar. Uno de los más sonados -que también permaneció oculto para la OTAN- ocurrió en aguas del fiordo de Sagne, en la última semana de noviembre de 1972. En aquella zona, entre los días 14 al 28 de septiembre, la OTAN llevó a cabo unas maniobras en las que tomaron parte más de 50.000 hombres. Básicamente consistían en una preparación de defensa de la zona escandinava, y en las que tomaron parte Noruega, Dinamarca, Estados Unidos y otros países del Pacto del Atlántico Norte.
Durante las maniobras fueron detectados objetos submarinos no identificados que, al no poder ser interceptados, fueron olvidados, y el asunto archivado en el Departamento Central de la Marina de la OTAN en Norfolk (Virginia). Pero, poco después, el 14 de noviembre de ese mismo año, los radares militares de la NATO, ubicados en la estación secreta de Bergen (base cuya misión es analizar los informes facilitados por la red electrónica submarina, capaz de captar, incluso, el paso de animales de gran tamaño) señalaron la presencia de un submarino no identificado. El informe pasó rápidamente a todos los centros de defensa de la OTAN en Noruega.
En vista del silencio del objeto, las fuerzas navales recibieron la orden de lanzar cargas de profundidad, mientras aviones P-3B Orión de lucha antisubmarina de la OTAN, vigilaban los movimientos del misterioso aparato.
Mientras las fuerzas de la OTAN trataban inútilmente de destruir al submarino, en Oslo, los ministros de Asuntos Exteriores y de Defensa intercambiaban información. El embajador ruso en Noruega fue llamado de inmediato en la madrugada del 15 de noviembre, advirtiéndosele que comunicara a Moscú la necesidad de que el submarino nuclear ruso se rindiera. En la respuesta de Moscú, firmada por Viktor Kulikov, jefe de las fuerzas armadas del Pacto de Varsovia, y por el mariscal Gorshkov, jefe de las fuerzas militares soviéticas, se mostraba una gran extrañeza por el asunto, brindándose incluso a colaborar con Noruega en la búsqueda e interceptación del objeto.
Tanto en Bruselas, sede de la Otan, como en Norfolk, sede de las fuerzas navales del referido Pacto, se analizó minuciosamente el suceso, encomendando al sumergible británico "Couragious", que se hallaba cerca de la zona, que inentara acorralar al submarino fantasma. Con la lógica sorpresa, los militares de la OTAN llegaron a la conclusión de que en el fiordo noruego no podía haber sumergible ruso alguno.
El supuesto submarino, naturalmente, desapareció ante las narices de la OTAN, de la misma forma en que había aparecido. Aquello provocó finalmente una reunión de urgencia de los jefes militares en Bruselas. Según el Comité de Investigación Militar de Ovnis en la central de la OTAN "todos los indicios apuntaban a un ovni submarino de origen no terrestre". Esta información, obviamente, fue calificada como "secreta".
EL MISTERIOSO ACCIDENTE EN LA ISLA DE HIERRO
Por último, y por no hacer excesivamente prolijo este cúmulo de pruebas, quiero referirme al avión norteamericano estrellado el 11 de diciembre de 1978 en la isla canaria de Hierro. En aquella fecha, como se recordará, un avión 'P-3B Orión' de lucha antisubmarina sufrió un inexplicable accidente, chocando contra el suelo en la zona conocida por la Curva de Mocanal. En el suceso perecieron sus ocupantes.
La verdad, sin embargo, fue nuevamente ocultada por los militares y servicios de información correspondientes. Según mis noticias -extraídas de los propios círculos militares norteamericanos- lo ocurrido fue lo siguiente: cinco aviones P-3B Orion, así como lanchas torpederas norteamericanas con base en Lajes (Azores) fueron alertadas ante la presencia de lo que, en un principio, se pensó podría tratarse de un submarino nuclear soviético en aguas del Atlántico. Los satélites NRC habían captado un objeto sumergido, bastante grande, y que se desplazaba a gran velocidad.
La OTAN dio la alerta roja, y estos aviones especializados en lucha antisubmarina partieron de Lajes. Para cuando se hallaban sobre el objetivo, uno de los aviones -que volaba a 1500 metros- comenzó a perder altura, efectuando unas maniobras incoherentes. El avión más próximo comunicó por radio que los aparatos de navegación se habían vuelto "locos" y que una intensa oleada de calor les estaba afectando. De los siete hombres que formaban su tripulación, dos sufrieron un ataque de locura, y el resto quedó desmayado. Las pantallas de radar de Laje captaron las extrañas maniobras del Orión y advirtieron a los demás aviones. Estos, a su vez, comunicaron que estaban viendo cómo unos misteriosos rayos luminosos caían sobre el aparato.
Las radiaciones procedían de una intensa luz azul. Por supuesto, los aviones fotografiaron al ovni y al enigmático "bombardeo" luminoso. A partir de ese momento, el Orión perdió altura, terminando por estrellarse, como ya he dicho, sobre la isla de Hierro. Por supuesto, las fuerzas aéreas españolas no estaban al tanto de la operación y no pudieron hacer nada para evitar la tragedia.
Estoy convencido, y así lo he manifestado en numerosas ocasiones, que los militares de todo el mundo conocen muy bien la presnecia de los ovnis y cómo la irrupción de estas naves "no terrestres" en sus respectivos espacios aéreos o submarinos ha estado a punto de provocar en numerosas ocasiones un conflicto internacional. De esto, insisto, saben mucho los servicios de información de todo el planeta. Quizás algún día me anime a contar las asombrosas informaciones que han ido llegando a mi poder, y que ponen de manifiesto la constante intervención de los servicios secretos en todo lo relacionado con los ovnis.
J. J. BENITEZ
(Continúa... No desesperen)
think! (vuelta a la página principal)