BREVE HISTORIA DEL GENERO
Como toda forma de expresión humana, es este caso manifestación artística, tiene su orígen primigenio en las primeras expresiones artísticas de las que se tiene constancia. Los hombres primitivos utilizaban las conocidas como pinturas rupestres como medio plasmar su entorno, costumbres o anhelos futuros. Mas adelante con el desarrollo del leguaje de signos y la escritura surge tambien para la humanidad la plasmación escrita del hombre y sus circustancias. Es entonces, con el florecimiento de las antiguas civilizaciones mesopotámicas, Egipto y la Grecia Clásica cuando la política, el arte, la ciencia o los viajes son recogidos en documentos escritos.
ANTECEDENTES Y PIONEROS
Puede considerarse a Homero como el primer cronista/novelista de la historia humana. Las dos obras que se le atribuyen, La Iliada y La Odisea son relatos vigorosos que se mueven por mundos terrenales y metafísicos en los que se mezcla realidad y ficción. Muchos investigadores de nuestros días han llegado al convencimiento que la Grecia Clásica alcanzó el Zenit del conocimiento. Las certezas de entonces han sido negadas y confirmadas en épocas sucesivas. También nos podemos referir a Platón y sus relatos sobre la Atlántida (350 a.C.) o la "Epopeya de Gilgamesh" de los sumerios (alrededor del 2800 a.C.). La fantasía también esta presente en las historias de los días de Virgilio y Ovidio,
La Edad Media, pese a estar considerada, con mucho acierto, una etapa oscura para la creación y el conocimiento, cuenta aportaciones para el género como las leyendas de dragones, brujos, bellas princesas y valerosos caballeros. Ejemplos como la historia del Rey Arturo, la Canción de Roland o el Poema del Mio Cid. Famosos libros de caballerías que hacen enloquecer al Quijote de Cervantes.
En el Renacimiento un relato, la Utopía de Tomas Moro, escrita en 1516, abre ya el camino a lo que podríamos considerar en embrión del género. Que a su vez es el que abre el camino a la literatura utópica, cuyos autores, sobre todo en el siglo XVII y XIX reciben la denominación de socialistas utópicos. Entre ellos podemos encontrar a Saint Simon, Pierre Lerroux, Fourier, Considerant, Robert Owen o Etienne Cabet.
Pese a todos los antecedentes la mayoría de los estudios consideran el comienzo de la ciencia-ficción como género literario en el siglo XIX, y además vinculado a un proceso histórico: La Revolución Industrial, conocida también con el mas emotivo nombre de “Maquinismo.” los relatos pasan entonces de tratar cosas fantásticas a lo fantástico como verosímil, que concebiblemente puede llegar a ser posible, debido a los avances científicos y técnicos.
LOS PIONEROS DE LA LITERATURA
Hay disparidad de criterios sobre cual es el primer escrito, la primera novela de ciencia-ficción de la historia. Hay quienes sugieren que la primera obra de ciencia-ficción es "Frankenstein" de Mary Shelley (1818), pues en esta obra, es ciencia y no magia la que se utiliza para crear una vida artificial. Obras posteriores son consideradas por otros como de los relatos de Poe y Hawthorne. También se cita "Cinco Semanas en Globo", de Julio Verne (1863). Verne obtuvo fama y fortuna con sus novelas, también intentó tratar meticulosamente el trasfondo científico de sus relatos, imprimiéndoles mucho realismo. Es además un visionario como en su día Leonardo de los artefactos voladores o acuáticos. Verne obtuvo a los 36 años de edad y con la publicación de Cinco semanas en globo un éxito que compensó ampliamente sus anteriores fracasos como autor teatral. A partir de entonces se consagra a la novela de aventuras convirtiéndose en uno de los escritores más populares de su época. Novelas como Viaje al centro de la tierra, Veinte míl leguas de viaje submarino o La isla misteriosa se reeditan hoy en todo el mundo, habiendo alcanzado también un gran éxito sus versiones cinematográficas.
También se puede considerar como el pionero a H. G. Wells, quien inspirado por Verne (como Verne fue inspirado por Poe) escribió en 1895: "La Máquina del Tiempo". Fue un éxito editorial que describía algo que era completamente distinto a cualquier cosa existente. Siguieron otros libros y cuentos cortos. "La Isla del Doctor Moreau" (1896), era una relato sobre la experimentación biológica. "El Hombre Invisible" (1897) y "La Guerra de los Mundos" (1898), el primer relato de una invasión extraterrestre. Y cuando relató un viaje a la Luna no utilizó cohetes ni cañones, sino un escudo de gravedad. Hasta el propio Conan Doyle, famosísimo autor de relatos policíacos, se sintió fuertemente atraído por este género con su novela “El mundo Perdido” sobre la posible existencia de dinosaurios contemporáneos.
LAS REVISTAS
La libertad con que se ha movido el género, por su propia esencia, hace que este lleno de controversias. También la hay sobre el propio término, la expresión "ciencia ficción" atribuida a Wilson Tucker en 1927, por lo tanto los autores anteriores no habrían escrito propiamente relatos de ciencia-ficción, pero generalmente se suelen hacer consideraciones de este tipo en sentido amplio.
Es a comienzos del siglo XX, después de una etapa sin autores que recojan el testigo de Verne o Wells cuando en el mes de abril de 1926 aparecie un nuevo fenómeno: una revista dedicada únicamente a la ciencia-ficción. "Amazing Stories", editada por Hugo Gernsback, de origen luxemburgués.
Los mas ortodoxos de la ciencia-ficción, que incluso tienden a sobrevalorar su importancia en el mundo de la literatura, menosprecian estas publicaciones conocidas como "pulp" (revistas impresas en papel de madera barato). El género nunca va a salir del ámbito de lo que Humberto Eco califica como cultura popular. Dentro de la literatura es cierto que en el siglo XX adquiere, y pocos se lo niegan, la categoría de género literario dentro de la novela, pero también se manifiesta en otros soportes formales-vicuales, y medios-mensajes. Entre ellos la revista especializada, el comic, el cine, telefilms y series de televisión, y mas recientemente en los soportes conocidos como multimedia(Videojuegos, internet, etc.).
En los albores del siglo XX la locura por la revista pulp estaba en su apogeo, sobre todo en Estados Unidos, donde el proletariado urbano y las clases populares eran un mercado inagotable para las publicaciones baratas. Cada quiosco tenía docenas de ellas, de todos los tipos posibles: de amor, de misterio, del oeste, de la selva, de guerra, de horror, de aventuras. También, por supuesto, había revistas con otros contenidos y precios. De todas ellas, las revistas de ciencia-ficción eran las más pequeñas, las menos lucrativas, las más especializadas y el segmento peor considerado. Aunque también fueron el vivero de jóvenes escritores y referencia para las generaciones posteriores.
En un principio Gensback tuvo que depender de reimpresiones de H. G. Wells y de Julio Verne en los primeros números de “Amazing Stories” hasta que pudo contar con relatos originales como la epopeya espacial publicada por capítulos en 1928 "The Skylark of Space" de Edward Elmer Smith.
En la década de los treinta surge una nueva revista "Astounding Stories", dirigida por Harry Bates y posteriormente po F. Orlin Tremaine, que desbancó a la revista de Gernsback. Un ejemplo de estos cambios fue "Sidewise in Time" de Murray Leinster (1934), donde por vez primera se trataba la idea de dos flujos paralelos en el universo. A pesar del papel preponderante de la revista de Tremaine, de vez en cuando aparecían buenos relatos en otras revistas como la pionera "Amazing Stories" y "Wonder Stories,” la más pequeña de las tres. John W. Campbell, que de escritor de relatos había pasado a director, cambió el nombre de la revista por el de "Astounding Science Fiction". Como editor de la revista que era líder mundial en ese género, utilizó su poder para remodelar la ciencia-ficción y dirigirla hacia donde pensaba que debería ir. Quería relatos que tuvieran que ver con extrapolaciones reflexivas de la ciencia y la ingeniería. Dotó al género de una base verosímil donde asentar aventuras que podían parecer imposibles.
Pero Campbell hizo más que eso, dio la oportunidad a jóvenes con formación científica. Tres de ellos son conocidos como los tres grandes: Robert A. Heinlein, Arthur C. Clarke e Isaac Asimov.
LA EDAD DE ORO
Asimov Esta considerado como el padre de la literatura fantástica contemporánea. Con el se inaugura una nueva edad de oro del género. Su obra más conocida es la tetralogía de las fundaciones: La Fundación, Segunda Fundación, Fundación e Imperio y Fundación y Tierra. En ella se hace referencia a un futuro en que los hombres han colonizado las estrellas y la Tierra, su mundo matriz es un desconocido. La capital se sitúa en el planeta Términus. El poder de la mente tiene una gran importancia en la temática de Asimov junto con los robots. Suyas son las famosas tres leyes de la robótica, expuestas en diferentes relatos, entre ellos “Yo robot.” Estas leyes garantizan la coexistencia entre hombres y máquinas a través del sometimiento de éstas a aquellos.
Robert Anson Heinlein, nacido en 1912. Se trata de uno de los autores de ciencia-ficción que con más acierto ha tratado el tema de los viajes a través del tiempo. Este ir desde el presente hacia el pasado o el futuro implica siempre la existencia de atractivas paradojas que bien manipuladas constituyen aciertos narrativas tan sugerentes como los que Heinlein logra en La puerta del tiempo. Por su parte Arthur C. Clarke es uno de los más prolíficos autores del género, unque la fama le llegó con la adptación
cinematográfica de su novela “2001 un odisea en el espacio”(Stanley Kubrick, 1968).
Como se ha apuntado anteriormente el cine es un enorme campo para el género. Otros autores ha saltado a la fama con la adaptación de sus obras. El caso mas clamoroso es el de Phillip K. Dick, apenas conocido en pequeños círculos pese a sus numerosas obras publicadas y archifamoso tras la película “Blade Runner”(Ridley Scott, 1984), basada en su novela “¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?. Recientemente un gran número de sus novelas han sido llevadas a la gran pantalla como Desafío Total o Minority report. Ese es el caso también de Pierre Boule, autor de la novela “El planeta de los simios.”
El siglo XX tiene una nómina inagotable de autores como Clifford D. Simak, Ray bradbury, Jarnes Blish, Jack Vance, Hal Clement, T'heodore Sturgeon, Fritz Leiber, Frederick Pohl, Poul Anderson, etc.
En Europa la tradición literaria es también muy fuerte. En el siglo XX se hacen aportaciones importantísimas al género en su vertiente tanto científica como fantástica, empezando por Aldous Huxley, que en 1932 publica su novela “Un mundo Feliz.” Otro autor destacado de las Islas Británicas es George Orwell que marca un antes y un después no sólo en la literatura fantástico sino en el pensamiento contemporáneo con su obra “1984” en la que describe un mundo totalitario nacido de una hecatombe nuclear.
CINE FANTASTICO
El siglo XX aporta además nuevos medios expresivos al género aparte de la novela. Ya se ha mencionado la revista de relatos. A ellos hay que añadir el comic, el cine y la televisión. Un mismo relato puede estar representado a la vez en todos los formatos.
El cine fantástico ha sido un género reconocido desde los albores del llamado “Séptimo Arte.” Desde los comienzos del cine mudo con la afamada “Metrópolis”(Fritz Lang, 1926). En los años posteriores a la Segunda Guerra mundial tiene un gran apogeo dentro de lo que se va a conocer como “Serie B”(Películas de bajo presupuesto, casi siempre de aventuras o misterio, con reparto desconocido pero propuestas atractivas y gran popularidad). De esta época es “Planeta Prohibido”(Fred M. Wilcox, 1956). En 1968 Stanley Kubrik adapta la novela de Arthur C. Clark “2001 una odisea en el espacio.” En ese año se estrena también “El planeta de los Simios.” Sin embargo no es hasta 1977 cuando el cine de ciencia ficción adquiere carta de naturaleza y se sitúa como punto de referencia del mundo del cine: La Guerra de las Galaxias”(George Lucas, 1977) marca un antes y un después en el género y se convierte en la película más taquillera de la historia. En la década de los 80 del siglo XX la ciencia ficción vive una auténtica edad de oro con títulos como “Alien”(Ridley Scott, 1979), la ya mencionada “Blade Runner” y otros títulos. Desde 1990 con “Desafio Total”(Paul Verhoeven, 1990)se produce un parón hasta Stargate(Roland Emmerich, 1994), y a lo largo de estos años el cine se hace perezoso y comercial. Títulos impactantes como “Matriz”(A. y L. Wachowski, 1999) se diluyen en vacías secuelas.
En cuanto al medio televisivo, las series de ciencia ficción han proliferado desde los años 50 y 60 del siglo XX con “Flash Gordon” o “Perdidos en el espacio” hasta 1966 en que Gene Rodneberry crea la serie “Star Trek,” auténtico fenómeno de masas. En los años 70 destacan series como “Espacio 1999” y en los 80 “V.”
Como resumen se puede añadir que el anhelo del ser humano por la trascendencia, reflejado a lo largo de la historia en numerosas manifestaciones y búsquedas(La mas extendida de todas la religiosa) ha hecho que desde los albores de su existencia haya perseguido anticipar el futuro. El arte ha sido un medio, vehículo o transporte de este ansia. El segundo ha sido la ciencia y el progreso tecnológico. En muchas ocasiones lo segundo fue cantado con anterioridad por lo primero.
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