Por Anna Tilroe (NRC Handelsblad)
Traducción: A. Paiva
Me encuentro con Rem Koolhaas-55 años, alto, delgado, voz suave, palabra rápida- en el local de Office for Metropolitan Architecture o para abreviar OMA, localizada en un edificio de oficinas sin pretensiones, en un barrio de Rotterdam que tampoco es muy impactante. En este espacio largo y recto hay decenas de mesas llenas de computadoras y maquetas. Alrededor de cincuenta jovenes arquitectos, hombres y mujeres de todas partes del mundo, se desplazan por el lugar como abejas obreras en el panal. Ellos han venido aqui por la reputación y riqueza de ideas de ‘Coolhouse’, que es como nombran los angloparlantes al arquitecto contemporáneo holandes de mayor fama. El vive en Londres y ha construido entre otras obras el Kunsthal en Rotterdam, el Danstheater en la Haya, el IJ-plein y Bizantium en Amsterdam. En su portafolio esta la construcción de la embajada holandesa en Berlin, la sala de conciertos de Oporto y la biblioteca pública de Seattle.
Koolhaas se ha convertido en los últimos años en una figura de culto, ‘el David Bowie del entorno construido’ como fue descrito hace poco por un periódico inglés y quizas esta comparación tiene más razón por sus escritos que por sus edificios. Principalmente los dos y medio kilos de su libro en inglés S,M,L,XL el cual le ha dado fama mundial. Todavía sigue en circulación en las metropolis del mundo el bloque plateado que fue editado simultaneamente en Estados Unidos y Europa en 1995. Este libro documenta en imagen y palabra los proyectos de OMA, pero también brinda, a través de notas de diario personal, citas, ensayos y fotos, penetrantes observaciones de nuestro tiempo. Todo lo que Koolhaas escribe, es apodíctico e inspirado a la vez, como si el escritor se emocionara de sus propios análisis inexorables del mundo.
En su mesa de trabajo descansan entre los planes para el aeropuerto Schiphol en el Mar del Norte y el plan urbano de Almere, libros de donde se alimentan las ideas pra sus nuevos proyectos en Rotterdam, Seattle y Hollywood.
Un arquitecto europeo que puede construir en Hollywood, es a mi parecer, como si los estadounidenses hubiesen dinamitado las montañas rocallosas.
Koolhaas: "Se trata de la sede de Universal, una empresa gigantesca de entretenimiento que hace poco ha comprado a PolyGram, por lo cual también tienen ahora una enorme rama musical. Además del hecho que nunca hemos trabajado a gran escala en los Estados Unidos, para nosotros es un proyecto importante porque se trata de un contexto totalmente nuevo para nosotros: el de la industria del entretenimiento. Universal ha experimentado en los últimos años inestabilidad en su imagen. Los rápidos cambios económicos y sociales los obligan cada año a reinventarse. Debemos entonces, como arquitectos, proponer algo que incluyendo esta inestabilidad, sugiera nuevamenta una unidad."
Veo los dibujos y maquetas de la sede de Universal, un bloque prismático que es atravesado por cuatro grandes torres.
Koolhaas: "Las torres tiene cada una su propia función y eso hace que ninguna planta sea igual a otra. Ellas representan lo específico en lo general. Ademas es posible en un lado del edificio abrir completamente la fachada, de manera que puedas trabajar al aire libre, algo muy atractivo en el clima de California."
¿El arquitecto como diseñador del mundo?
"Pero muy parcialmente. Puedes ver que es cada vez más frecuente que los arquitectos son agregados en la parte final de los procesos. En 1978 he escrito en Delirious New York que la imagen del arquitecto como una especie de alteza superior ha dejado de ser relevante, simplemente porque una relación autónoma con la sociedad es una ficción. Para mi la disciplina se trata no de darle forma a ciertas posiciones, sino más bien desarrollar una interpretación inteligente del mundo. Uno de mis objetivos es darle una amplitud tal a la disciplina que sea posible construir, pero que también sea posible el desarrollo de conceptos y estrategias que permitan acercar y relacionar ciertos fenómenos sociales. Cuando tienes que proyectar una biblioteca, se tiene que pensar en las consecuencias de la digitalización, en los niveles posibles de privacidad del espacio público, en la identidad, en la presentación y en los grupos de usuarios. Intentamos ver a nuestro alrededor, de forma tal que lo obvio pueda pase a primer plano y entonces sentar las bases para líneas atrevidas de acción. Asi estamos trabajando en distintos niveles en los planes para Schiphol en el Mar del Norte."
La conversación es interrumpida por la llegada inesperada de un visitante importante. Medio año despúes conseguimos nuevamente un espacio en la ocupada vida del arquitecto para un segundo encuentro, esta vez en una pequeña sala de conferencias en el hotel Hilton de Amsterdam. El lujo impersonal y la envolvente frialdad del espacio lleva la conversación directamente hacia un largo ensayo en S,M,L,XL: The Generic City (La ciudad genérica). Koolhaas describe alli como en la ciudad moderna lo característico y específico ha sido totalmente comercializado. En todas partes del globo aparecen edificios y áreas urbanas donde lo impersonal y general son características dominantes y donde todo tiene la vaguedad intemporal de un aeropuerto.
Koolhaas: " Con Generic City he intentado decir algo que sea válido para todas las ciudades. Una ambición imposible, naturalmente, pero aún así yo queria ver si observando en profundidad características generales, se podia encontrar alguna verdad."
Dibujas un entorno sin identidad para gente sin identidad, con el tono de alguien que observa sin juzgar. Aún asi se percibe algo de dolor.
"El el texto aparecen el dolor y la excusa, pero también muchos momentos secretos de euforia. Eso es desde mi punto de vista inevitable. Yo puedo ser crítico, quiero establecer una relación con el mundo tal como es. En él existe mucho dramatismo, pero también ocurren cosas increiblemente fascinantes."
¿Has rechazado encargos por razones de principio?
"Hemos rechazado cantidades de proyectos comerciales en los Estados Unidos por razones tan sencillas como que el programa o el lugar o las personas no nos parecieron interesantes. Si rechazamos algo es porque somos selectivos, pero no por moralismo."
Tu lo dices como si ‘principio’ fuera una mala palabra. ¿Pero igual puedes darte cuenta que algo no puede ser o es incorrecto y luego negociar?
"Yo no estoy interesado en descubrir cosas. Yo quiero entender que es lo que ocurre. Eso no quiere decir que yo como arquitecto tenga que participar en todos los fenómenos. Por ejemplo, yo no quisiera diseñar un parque de atracciones. En primer lugar, me es imposible hacerlo, pero tambien porque me siento incómodo viendo como todo el planeta se convierte en un parque de atracciones. Mi reacción es una mezcla de incapacidad y repugnancia."
Eso no suena muy crítico.
"Una mentalidad crítica es para mi algo distinto a andar por ahí con una serie de opiniones. Eso es moralismo. El moralismo hace daño a la crítica porque primero va la opinión y despúes la observación. Yo quiero ver con claridad que cambios ocurren y como ocurren, para luego tomar una posición al respecto."
¿Por qué te interesa tanto fijar posición?
"Porque estoy fundamentalmente interesado en participar. Toda mi creatividad gira en torno a eso. Yo me siento parte de la sociedad y me pareceria una lástima tomar una posición marginal en ella".
Koolhaas es profesor en la Universidad de Harvard en los Estados Unidos, donde tiene la oportunidad de encargar a estudiantes de postgrado sus líneas de investigación sobre procesos sociales. Uno de esos procesos es el llamado ‘Shopping’.
Koolhaas: "Hemos observado en que escala esta presente el ‘shopping’ en el mundo en este momento y que significa esto para la idea de ciudad. Hemos visto el desarrollo de elementos simples e independientes como mercados y tiendas convertirse en grandes tiendas por departamentos y centros comerciales. Actualmente el ‘shopping’ es un tejido colectivo en el cual tienen lugar una cantidad enorme de actividades. A decir verdad casi no existen actividades que no esten, de una u otra manera, ligadas al ‘shopping’. Es un fenómeno que socava muchos valores tradicionales. Los aeropuertos, por ejemplo, han dejado de ser simples recintos de paso, ahora son laberintos de tiendas, con el segundo rendimiento más alto por metro cuadrado. El mayor rendimiento comercial lo consigues en los Estados Unidos en las tiendas de los museos. Todos siguen el modelo del Museo de Arte Moderno en Nueva York (MoMA), y van acercándose cada vez más a centros comerciales completos."
Agrego que el museo Stedelijk (de Amsterdam) tiene el potencial de una mina de oro, pero Koolhaas, cuyas palabras parecieran volar freneticamente delante de sus pensamientos, continúa imperturbable. "Y la naturaleza también es alterada. Tenemos mucha naturaleza falsa en los centros comerciales. Palmeras embalsamadas para que no mueran, pero que tampoco estan completamente vivas. Les colocan articulaciones metálicas para poder doblarlas en las formas más variadas."
¿Dónde pasa eso?
En Las Vegas y en Asia, pero indudablemente aquí también. Todas esas cosas son apenas estudiadas y son completamente acontextuales. Esto me ha sorprendido mucho. ‘Shopping’ es un fenómeno que se desarrolla en una zona invisible, donde existe un principio operador que nuestro cerebro es incapaz de registrar. ¿Sabias que un gran número de generales que participaron en la guerra del Golfo inmediatamente despues de su retiro pasaron a directores de grandes centros comerciales? Simplemente porque el ‘shopping’ tiene los mismos problemas logísticos que la guerra. ¡Shopping es guerra!"
¿Cómo es posible que la intelligentsia no haya notado esta semejanza?
"Porque esta ciega en su moralismo. Se supone que tienes que estar contra el ‘shopping’, aunque todas nosotros somos avidos compradores e indudablemente ávidos consumidores."
El shock de saber que el capitalismo ha triunfado definitivamente, probablemente tiene que digerirse.
"Eso es seguro. Por lo demás creo que el capitalismo no ha ganado definitivamente, pero los trucos del sistema te hace creer que es así. Yo he visto pasar distintos sistemas sociales ir y venir durante mi vida, entonces ¿por qué aceptar que este es el definitivo? En todo caso, está claro que muchos intelectuales no pueden operar en esta situación y por lo tanto les es dificil legitimar su posición. No están preparados para construir una nueva relación con el sistema."
Y tú?
"Es una de mis ambiciones."
Es también una de las grandes cualidades de Koolhaas. Su relación abierte con respecto a muchos fenómenos sociales le brinda oportunidades de recibir encargos de origenes imprevistos. La excitación es perceptible cuando habla de un nuevo cliente, una colaboración muy amplia con un exclusivo imperio de moda, cuyo nombre es todavía secreto. Su investigación sobre ‘shopping’ calza perfecto en esta situación.
"Estas personas son muy inteligentes en el manejo de su marca. Ellos comenzaron con una definición cuidadosa de su clientela de alto nivel y ahora tienen mucho éxito. Resulta que muchisimas personas son o desean ser de alto nivel y no forman parte del público masivo. La pregunta es: ¿Cómo mantienes la distinción? Una marca así tiene que mostrar claramente que la venta masiva de productos no es lo principal, sino que se ocupa de productos más experimentales, muy distintos."
¿Por qué se acercaron a ti?
"Ellos vieron que en nuestro trabajo hay opuestos y se han identificado con eso. Esa es tambíen la búsqueda que ellos realizan."
¿Me puedes dar un ejemplo?
"El Kunsthal. Un edificio muy díficil, que en mi opinión es uno de las mejores cosas que hemos hecho. Esta compuesto por materiales muy crudos que se acoplan entre ellos de manera compleja. Además el edificio tiene un recorrido que contrarresta la idea tradicional de ‘piso sobre piso’. Continuamente te preguntas: ¿Es coherente o no? Debo admitir que no es un edificio cuya ambición es la popularidad. A eso me refiero con que hay opuestos, resistencia. Siempre nos hemos opuesto sistematicamente a hacer cosas que sean demasiado bellas o de fácil digestión."
¿La actitud anti-estética del artista?
"Si. Lo veo como una forma de ‘arte povera’."
Todavía no entiendo como una empresa de moda pueda interesarse en tal actitud.
"Ellos han entendido que esa actitud puede producir algo que pueda mantenerte intrigado más alla de los ciclos de la moda, más alla del horizonte de dos a tres años."
Al Kunsthal pero también a otros edificios de OMA en Holanda se les reclama falta de detalles. ‘No money, no details’ dijiste alguna vez. Ahora estás cerca del ‘big money’. Vas a hacer más detalles?
"Si los detalles son para embellecer, no nos interesa. Eso (embellecer) es increiblemente díficil. El detallado tiene que ser para nosotros una situación extrema. Asi hemos construido una casa para un paralítico en Bordeaux, donde un enorme ascensor en el centro de la casa determina toda la arquitectura. Con este tipo de elementos las cosas no se vuelven necesariamente más bellas, pero si más intensas."
OMA ha obtenido en los ultimos años varios encargos grandes en Holanda: un gran edificio con distintos usos en el Kop van Zuid en Rotterdam, la organización del centro de Almere.
Koolhaas: "Es la primera vez que estamos encargados a nivel prográmatico, tanto con municipalidades como con promotores privados, esto último es notable. Vemos que en nuestro país la iniciativa se desplaza del gobierno a empresas particulares. Es muy frecuente ver ahora como los gobiernos y las empresas se organizan en nuevas formas de coparticipación."
¿No significa esto que los arquitectos van a recibir más restricciones y exigencias comerciales?
"Tiene una enorme influencia, porque los edificios no se limitan a ser bonitos, buenos y moralmente correctos, pero también tienen que generar dinero. El valor de entretenimiento y espectáculo de la arquitectura va a ser irremediablemente convocado."
¿No te preocupa esto?
Intento no preocuparme por nada, proque creo que la preocupación es una forma de moralismo. Veo más fructífero conseguir un razonamiento que permita a la disciplina tomar parte en este tipo de fenómenos."
Llevar la corriente. Consigo muchas personas que comparten esa actitud. Pareciera que estamos llegando a un ambiente de mucho optimismo.
"Hace poco me pregunto un agente de Steven Spielberg, quien tiene conocimiento que fui libretista hace muchos años, si queria participar en el libreto de el próximo film de Spielberg. Como punto de partida nos preguntamos: ¿Qué puede suceder si todo sale bien? Me di cuenta entonces que somos esclavos de la perspectiva apocalíptica. Todos somos virtuosos en pensar lo que puede pasar si todo falla."
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