La vida holandesa
v. Estilo holandés? Nine + One

Nueve + Uno. Diez oficinas de arquitectura presentaron durante este verano sus trabajos y sus visiones en el foyer del NAi, jóvenes, irreverentes e imaginativos. Sin entrar a las salas, todavía en el foyer, esta generación será quizas la generación que ocupe los espacios principales del NAi y otros lugares en el futuro. Pero por ahora, diez oficinas de arquitectura se preparan para mostrar su trabajo por el mundo.

El 20 de septiembre se presentó el primer paso de esa ronda mundial: la presentacion del catálogo que sumariza este verano y acompañara a la exposicion itinerante. Con textos de Michael Speaks (ANY, Assemblage), Joost Meuwissen y diseño de The design police. La presentacion invitaba a responder si existe o no un estilo holandés en este grupo de arquitectos y prácticas.

Michael Speaks disertó sobre los rasgos de cada equipo, pero en general apuntó a la trampa involuntaria de las nuevas prácticas holandesas: bajo el manto de la asimilación de procesos y creativos anáisis multidisciplinarios, el resultado y rasgo principal es la producción de bellos objetos arquitectónicos, la obsesión formal. Reconoce la calidad de este producto holandés, pero descubre que allí nuevamente aparece la conocida estrategia del avant-garde. Ante una aproximación al proceso arquitectónico que magnifica el 'porque esta alli' (it's out there), Speaks no ve más que un refugio para la práctica tradicional, aun cuando reconoce caminos para mayor participación en la manipulación y comprensión de las condiciones y procesos que afectan y hacen la ciudad.

Meuwissen apuntó sobre la reciente villa VPRO (MVRDV), cuyas alusiones históricas van en sordina, cuyo resultado de auto-banalización alude a una filosofía del dejar hacer, de ironías, de ambientalismo punzante pero a la vez banal, de sobre-aceptación del automóvil. Meuwissen insistió en el peso de Koolhaas en la adopción de un lenguaje moderno, cuya carga irónica solo puede sobrellevarse con creatividad, ingenuidad y reciclaje. Según el, villa VPRO no es emblema de los nine+one, pero si la contribución más importante. Típica dualidad holandesa.

Dittmar Steiner precisó los elementos sobre los cuales se basa este paradigma holandés (la preocupacion ambiental, la metropolización y la conservacion historica), pero más alla apuntó a las contradicciones de la práctica individual: la posición ante la teoria arquitectónica, que implica dilemas aunque no desastres para la producción arquitectónica; la internalización, que revela la precariedad del control y la difusión y atenuamiento de rasgos propios; y el realismo programático que se manifiesta en las obras y prácticas de nine+one.

Por ahora, las diez oficinas se preparan para la gira de esta exposición, que viajará a Sao Paolo, Los Angeles, Nueva York, Buenos Aires y Viena. Para ellos la pregunta no es cual es el estilo holandés, o que tienen ellos en común, la pregunta que los mantiene ocupados es quien de ellos es el 'one' del 'nine+one', cual es el que destaca, quien es distinto, quien es el abanderado. Quizas ese sea el espíritu que los une, y el que posiblemente los separara, la busqueda permanente de la distancia, del lugar de honor. Por los momentos, una nueva carga de arquitectura holandesa recorre el mundo: joven, indefinida, atractiva, correctamente ejecutada, intrigante. Una estrategia comercial? Quizas, pero viajan con sus preguntas a cuestas, mostrando que es un producto y un proceso que se cuestiona a si mismo, mostrando sin pudor sus alergias ideológicas, sus fascinaciones particulares y su capacidad para aprovechar las oportunidades.

Antonio Paiva WAM Rotterdam
20 de septiembre 1997

nine+one son:


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