En homenaje a Pepe Grimalt, presentamos aquí varios de los textos
publicados tras su muerte en la revista Iniciativa
Socialista, de la que era uno de sus principales animadores
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Ha muerto, en Valencia, nuestro amigo, compañero y matesro José
Grimalt, que fuera secretario de organización del POUM en Valencia
y concejal del Ayuntamiento revolucionario de esa ciudad. En el hospital
decía "¡qué hago yo aquí, con todo lo que tengo
que hacer!", pues era secretario provincial de Acción Social de
la Unión Democrática de Pensionistas, alma mater del
Club de Iniciativa Socialista de Valencia y maestro del Club de Iniciativa
Socialista de Madrid, ciudad en la que, a sus 90 años, se presentaba
frecuentemente, sólo o acompañado, para participar en el
Consejo Editorial de esta revista, en una asamblea del movimiento No
Nos Resignamos o en un acto organizado por la Fundación Andreu
Nin sobre Tierra y Libertad, de la misma forma que se plantaba en
Barcelona para acudir a cualquier actividad del Círculo de antiguos
poumistas.
En Valencia ya no contaremos con su cotidiana y lúcida presencia
de dirigente sin galones y sin órdenes, y en Madrid no tendremos
nunca más la alegría de verle aparecer de repente, por sorpresa,
con su bolsa bajo el brazo, para particpar en cualquier reunión,
para "meternos en cintura" o para compartir la felicidad que sentía
por haberse echado una nueva novia. Tampoco le veremos comerse dos tazones
de fresas con nata en el postre, ni le encontraremos al acudir a cualquier
cita, en las que siempre era el primero en llegar. Pero nos queda todo
lo de él hemos aprendido.
José Grimalt, uno de los nuestros.
El viento que sopló las últimas semanas de noviembre enmohece
las cuerdas sonoras de la garganta, pero no nubla la vista. Es un viento
agridulce y áspero a la vez que en La Marina, esa comarca alicantina
que busca el mar, prolonga, al atardecer, la luz otoñal y las sombras
del Montgó. El Montgó no es una colina ondulada ni un alcor
plateado; es un monte recio que domina una de las comarcas más internacionales
del País Valenciano. La montaña señera es un referente
y un punto de mira en Dénia, Xábia, Pedreguer, Verger, Beniarbeig
y Benidoleig, Gata de Gorgos y Els Poblets; mientras, en Teulada, el referente
es un mercadillo de ocasión, multicultural y plurilingüe, que
se celebra todos los domingos. Con centenares de urbanizaciones, La Marina
es todavía una estampa que no nubla el viento.
En Ondara, hasta donde llega la . sombra del Montgó, nació
en 1906 el chófer José Grimalt Pérez, según
confirma el Consejo de Guerra Permanente nº 3, reunido en la plaza
de Valencia el 24 de Octubre de 1939, Año de la Victoria. El tribunal
condenó a muerte a Grimalt y, con él, su militancia obrerista,
su ideología internacionalista y revolucionaria, su compromiso cívico
con los de abajo y con la democracia. Mucho viento azotó desde entonces
las laderas abruptas y quebradas del Montgó; mucha cárcel,
mucha pena y no menos olvido se cruzaron en la vida del chófer Grimalt
desde que lo condenaron a muerte. En realidad no se le pudo imputar crimen
ninguno, y un día salió del olvido de la cárcel para
entrar en el olvido de la larga noche franquista. Este obrero, nacido en
Ondara, pagaba durante los años setenta el tributo bíblico
del trabajo transportando viajeros en su taxi desde la estación
a la Alameda y desde la Alameda a Mislata. Mientras, y durante esos años,
decenas de europeos fijaban su residencia temporal o permanente en La Marina,
a la sombra del Montgó. Grimalt aprovechó la transición
y los inicios de la democracia de ahora para organizar la Unión
Democrática de Pensionistas; como un mozalbete volvió de
nuevo al combate cívico en defensa de los intereses económicos,
sociales, sanitarios de las gentes de su generación. Hace unos meses
le sorprendió la parca y se lo llevó al viaje sin retorno.
Y hace unos días -el sábado 23 y el domingo 24 del pasado
noviembre ventoso-, el Ayuntamiento de su Ondara natal recordó la
figura del chófer Grimalt. A la convocatoria del gobierno municipal
democrático y progresista acudieron familiares y viejos militantes
obreristas, revolucionarios de antaño y actores de Tierra y Libertad,
pensionistas e historiadores, algún diputado de Esquerra Unida y
bastantes socialistas sin carné. El viento arrastró hasta
la sombra del Montgó retazos de historia, de idealismos colectivistas
en el Bajo Aragón y en Pedralba y en Benaguacil, de persecuciones
e intolerancias, de pavor fascista y crueldad estalinista, de mentiras
que sólo el tiempo, el temple, el coraje y la dignidad de personas
como el valenciano Grimalt lograron desenmascarar.
En una vieja melodía de los resistentes europeos a la barbarie
que cantaba Leonard Cohen se hablaba del viento que devolvería a
la sombra y al olvido a cuantos luchaban por la libertad. En Ondara no
fue tal. El viento de noviembre llevó la figura de Grimalt a la
sombra del Montgó en donde nació, pero no al olvido.
Sin embargo, el olvido acecha si reducimos la historia, nuestra historia,
unas veces a Viriato y los Reyes Católicos, y otras a Jaume I y
la Batalla de Almansa; acecha, si no se habla, se enseña y se discute
sobre cuanto sucedió ayer, porque se tiene un miedo pacato a ver
la verdad: los crímenes y horrores del estalinismo soviético
durante nuestra guerra incivil, y los horrores y crímenes del franquismo.
El chófer Grimalt y los idealistas de las colectivizaciones, vapuleados
por unos y otros, son tanta historia valenciana como Jaume I y los Edictos
de Nueva Planta, tan nuestros como el Montgó abrupto que vigila
las poblaciones de La Marina, una comarca muy internacional y muy de aquí,
con mercadillos de ocasión multiculturales y pluriligües.
Motius de treball m'impedeixen estar amb vosaltres per homenatjar al
lluitador per la democràcia i la llibertat Josep Grimalt.
Aprofite estes lletres per a manifestar la meua adhesió al acte
i felicitar els familiars i els organitzadors pel seu intent de mantenir
viva la memòria d'aquells que comprometeren les seues vides per
a aconseguir un futur més digne.
Homes i dones valents plens d'il.lusió i de coratge con en Josep
Grimalt són els vertaders protagonistes de la història que
recreem a la pel.licula "Terra i Llibertat".
Gràcies per la vostra vida i el vostre esforç. Salut.
Los pasados días 23 y 24 de noviembre, tuvieron lugar en Ondara
(Alicante) los actos de homenaje a José Grimalt Pérez, luchador
infatigable por el socialismo y fundador, entre otras muchas organizaciones,
del Club Iniciativa Socialista de Valencia. Dichos actos fueron organizados
por el Ayuntamiento de Ondara y el Club Iniciativa Socialista de Valencia,
con la colaboración de l'Institut d'Estudis de la Marina Alta y
Alta Films, y coordinados todos ellos por El Magatzem.
El programa fue el siguiente: el sábado 23, por la noche, se
proyectó en el cinema local la película de Ken Loach "Tierra
y Libertad", que fue presentada por Sergi Calleja, uno de los actores protagonistas,
y que contó con una gran afluencia de público. El día
siguiente, domingo 24, a las 13 horas, fue inaugurada la exposición
"La memoria histórica: el POUM", por el Alcalde de la ciudad, los
concejales de UPV (Unitat del Poble Valencià) -que gobierna con
mayoría absoluta- y del PSOE -que son oposición, pero comparten
áreas de responsabilidad municipal-, así como por Miquel
Coll -miembro del Club Iniciativa Socialista de Valencia-, con la clamorosa
ausencia de los concejales del PP.
El acto contó con una gran afluencia de gentes de todas las
tendencias de la Izquierda, entre las que citaremos, excusándonos
de antemano por algún olvido absolutamente involuntario, a: Alfons
Cervera, jefe del Servicio de Prensa de la Universitat de València;
Gil Sánchez, Saurí y otro compañero, pertenecientes
a la directiva de la Unión Democrática de Pensionistas; Rocco,
del grupo Socialismo Revolucionario de Italia; Andi Durgan, autor del reciente
libro "La historia del BOC"; Mariano Sánchez Soler, autor del también
reciente libro "Los hijos del 20-N"; Paco Mariscal, periodista y colaborador
en diferentes medios de comunicación; Sergi Calleja, actor; Paco
Salcedo, militante histórico del BOC y del POUM, gran compañero
de Grimalt; José Alcantarilla, hijo de otro histórico militante
del POUM, hermano del que fue Comandante de las milicias José Alcantarilla;
Isidro Guardia y Federico Sanfélix, históricos militantes
libertarios y grandes compañeros de Grimalt; Victor Alba; Vicent
Alvarez, miembro del Consell Valencià de Cultura; Rafael García
Perelló, portavoz de Los Verdes; una representación del Institut
d'Estudis de la Marina Alta; Wilebaldo Solano; y un numeroso núcleo
de compañeros y compañeras del Club Iniciativa Socialista
de Madrid, como Enrique del Olmo, y del Club Iniciativa Socialista de Valencia.
Y, naturalmente, los hijos de Grimalt, Marisa y José Luís.
Tras la inauguración de la exposición, tuvo lugar una
comida en el restaurante del hotel Ramis, a la que asistieron unas ochenta
personas, y depués, a las seis de la tarde, se proyectó en
el Aula de Música del Ayuntamiento, el documental "Operació
Nikolai", desconocido en la localidad, que congregó a más
de un centenar de personas, y que causó un evidente impacto a los
asistentes.
Y a las siete se celebró la mesa redonda "Josep Grimalt y el
seu temps", presidida por el Alcalde, que procedió a la lectura
de los comunicados de adhesión al acto, remitidos por: Rosana Pastor,
Alfons Cucó, Lluís Meseguer, Josep Vicent Marqués,
Pelai Pagès, Grup d'Antics Poumistes de Catalunya, Eugenio Granell,
Pere Major y Albert Taberner. A continuación intervino Javi Lozano
i Serer, joven estudioso local, y tras su glosa sobre Grimalt, Miquel Coll
presentó a Albert Girona, del Departamento de Historia Contemporánea
de la Universitat de València, Isidro Guardia, y Wilebaldo Solano.
Al finalizar el acto, el hijo de Grimalt, José Luís,
que pretendía decir unas palabras, sólo acertó a decir
"gracias", lo que desató un caluroso aplauso del público
asistente, entre el que se encontraba Pascual Mollá, diputado autonómico
de Esquerra Unida, y miembro destacado de la corriente nacionalista de
dicha formación política.
Y ya "fuera de programa", tomó la palabra Gil Sánchez,
secretario general de la Unión Democrática de Pensionistas,
que hizo una emocionante y encendida alocución a su convivencia
en la lucha junto a Grimalt, Palau y tantos otros, para poner en pie esa
formidable organización que es la UDP.
Como colofón, el alcalde anunció la concesión
de una calle con el nombre de José Grimalt y la creación
de una Fundación con el mismo nombre que convoque periódicamente
un premio de investigación histórica.
El balance que el Club Iniciativa Socialista de Valenica hace del conjunto
de los actos aquí mencionados es tremendamente positivo en términos
generales. Con la figura de José Grimalt aparecen muchas de las
grandes batallas y de los grandes problemas que han marcado este siglo:
las transformaciones del período revolucionario del 36 en España,
el sindicalismo, la heterodoxia poumista, el estalinismo... El papel de
esos miles de trabajadores y militantes revolucionarios de una revolución
concreta y fascinante, como la española, han sido de nuevo reivindicado
con la evocación de la figura de Grimalt en tierras alicantinas,
con un, además, emotivo homenaje.
El Club Iniciativa Socialista de Valencia, desde esta crónica
obligada quiere agradecer y felicitar la entusiasta colaboración
del Ayuntamiento de Ondara y de todos sus concejales, exclusión
hecha naturalemente de los del PP. Permítasenos, además,
un especialmente afectuoso agradecimiento a la concejala de cultura, Pepa
Gasquet.
No queremos terminar sin antes decir que Grimalt, joven revolucionario
de 89 años, tenía bien merecido este homenaje y nuestro recuerdo
más fraternal.