LA CASA DE LOS MIL RELOJES
Así es esto. Puede que el tiempo se pare y la pluma también. Puede que uno siga escribiendo a partir del momento en el que todo deja de avanzar. Es el mundo, unas veces visto desde fuera y otras desde dentro. Es La casa de los mil relojes, mi nuevo proyecto literario, del cual ustedes formarán parte.
La casa de los mil relojes es un rompimiento, luego de varios meses de escasa creatividad, y es también el flujo de la libertad que me ha dado el esperar la espera, porque es entonces, y sólo entonces, cuando uno descubre que a veces el universo aprieta el botón de pause y nos da la oportunidad de mirar por la ventanilla de la nave en la que viajamos. En La casa de los mil relojes, me gana el deseo de que mis escasos lectores entren a mis ojos, y por ello debo disculparme si algunos escritos son demasiado complejos o si otros son sencillos en extremo: así de contradictorio soy yo, y así es también lo que vi por la ventanilla cuando el universo se detuvo.
Espero que disfruten este tercer libro de cuentos que iré construyendo con ustedes. Cada historia, recuérdenlo bien, está escrita en un instante en el que sentí que las estrellas no giraban mas, tampoco los planetas ni los satélites, ni mucho menos salía humo de las chimeneas ni el agua corría por los ríos. Así es esto.
Gracias, siempre, por acompañarme en este cerrón de ojos.
Roberto Remes, desde Magdalena Atlazolpa, el 1º de julio de 2001.
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