EDUTEC
REVISTA ELECTRONICA DE
TECNOLOGIA EDUCATIVA
Núm. 6. JUNIO 1997
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EDITA: Grupo
de Tecnología Educativa. Dpto. Ciencias de la Educación,
Universidad de las Islas Baleares, con la colaboración de la Asociación
de Usuarios Españoles de Satélites para la Educación
(EEOS).
ISSN: 1135-9250 DL: PM 1131-1995
Nº de líneas: 208 Nº de subscriptores: 178
DIRECTOR: Jesús M. Salinas Ibáñez
CONSEJO DE REDACCION: Antonio Bartolomé,
Julio Cabero, Manuel Cebrian de la Serna, Francisco Martínez
SECRETARIA DE REDACCION:,Adolfina Pérez
dcefpg0@ps.uib.es,Campus UIB. Ed.
Guillem Cifre,Universitat de les Illes Balears,07071 PALMA DE MALLORCA
EDUTEC. Revista Electrónica de Tecnología
Educativa pretende ser una propuesta para el debate y la reflexión
sobre los más actuales del campo de la Tecnología Educativa.
Con este número presentamos un trabajo del profesor Manuel Cebrian
que puede servir como elemento de reflexión sobre la función
de las nuevas tecnologías en la formación del profesorado.
Como en números anteriores, esperamos que las aportaciones del autora
nos den elementos para el debate.
Mi compromiso con el moderador de la lista ha
sido má fuerte que mi pudor, ya que, el texto que envío para
la lista está extraído de un documento más extenso
recientemente publicado. Pretendo con estas breves páginas, poder
contribuir a un debate que ayude a los que tenemos la responsabilidad de
la formación de enseñantes en nuevas tecnologías,
a reflexionar sobre los contenidos y objetivos de nuestro programa.
Nuevas competencias para la formación
inicial y permanente del profesorado.
Manuel Cebrian
e-mail: manuel.cebrian@ice.uma.es
Universidad de Malaga
Se evidencia, cada vez más, la estrecha
relación entre el desarrollo económico y el desarrollo tecnológico,
y cómo este segundo requiere la actualización de infraestructuras
en las empresas y de formación continua en los propios puestos de
trabajo. En el caso de los centros educativos, estos no pueden ir al ritmo
que la actualización tecnológica exige, y no pueden, como
cualquier otra empresa, desarrollar su plan de trabajo con los mismos criterios
de competividad. Hoy, la calidad del producto educativo radica más
en la formación permanente e inicial del profesorado que en la sola
adquisición y actualización de infraestructuras. Es decir,
en un momento donde las administraciones públicas reducen sus inversiones
en la formación permanente, y algunos centros consideran un "reclamo
comercial" la mera compra de equipamientos tecnológicos, se vislumbra
cada vez más la formación permanente e inicial en nuevas
tecnologías como un bien estratégico de las empresas educativas.
Sin duda, sin esta infraestructura no existiría
una innovación tecnológica en los centros educativos. Lo
que pretendemos señalar aquí es la necesidad de buscar, como
siempre que aparece una nueva tecnología, un equilibrio entre el
ánimo desmedido de la tecnologización y la inserción
racional y adecuada a los objetivos de calida educativa, así como,
a la naturaleza productiva propia de los centros educativos, y todo esto
va irremediablemente unido a una formación inicial y permanente.
Por tanto, consideramos que Sí podemos
realizar una actualización en el campo educativo, sobre todo, en
la formación inicial y permanente de los enseñantes al ritmo
de las exigencias del mercado. Y esto es precisamente, porque el gran reto
de la innovación tecnológica en los centros consiste, precisamente,
en un cambio de mentalidad en el profesorado y en su práctica docente,
pues, en cualquier caso, se producirá el desarrollo tecnológico.
El sistema educativo debe acomodarse a los cambios
sociales desde un cambio en sus concepciones más básicas,
y replantearse el papel que hoy debe poseer el enseñante y sus prácticas
en una sociedad de la información. Los centros educativos perdieron
el liderazgo de la información, al igual que las familias están
perdiendo el de la educación frente a los medios. Los centros poseen
el papel de facilitadores del conocimiento, ya que el conocimiento no está
en las N.T.I.C. (vídeos, internet, televisión,...) , sino
que, se produce en un dialogo racional y sosegado con las N.T.I.C. y sus
mensajes. Y son precisamente los contextos educativos los "mediadores"
ideales para que este diálogo se produzca. Es por ello que, los
centros deberán convertirse en espacios creadores de conocimiento,
en verdaderos capacitadores de unos ciudadanos y profesionales críticos
en el consumo de tecnología.
Para nosotros, esta capacidad crítica significa
la capacidad para relativizar los mensajes y conseguir una distancia en
su interpretación lo suficientemente fuerte como para analizar los
posibles influjos y significados que provoca en nosotros, en la sociedad
y en la cultura; de tal suerte que, podamos conseguir, por ejemplo, que
los estudiantes comprendan que las interpretaciones de los medios de comunicación
son una entre otras interpretaciones posibles, que sus interpretaciones
pueden distar mucho de la realidad, etc.
Esta capacidad crítica y la innovación
tecnológica en los centros exige, por tanto, un nuevo perfil del
enseñante y plantea nuevos contenidos formativos. Permítanos
señalar, a nuestro parecer, los más destacados:
1) Conocimientos sobre los procesos de comunicación
y de significación de los contenidos que generan las distintas N.T.I.C.,
así como, un consumo equilibrado de sus mensajes. Los ciudadanos
como los estudiantes deben comprender al mismo tiempo los significados
explícitos e implícitos de los mensajes tecnológicos,
así como, las formas de expresión y los significados que
estas experiencias comunicativas producen en nosotros y los demás.
Lo que destacamos aquí, no es la capacidad
técnica de las herramientas tecnológicas, sino una capacitación
para comprender y consumir correctamente los mensajes que ellas producen
y vehiculan, es decir, nos interesa educar para la información y
la comunicación tecnológica. Sobre todo, por el fenómeno
que se está produciendo -paradójicamente- con la universalización
de la información, donde la cantidad de la misma es un obstáculo
que provoca, junto con la falta de tiempo para analizarla detenidamente,
un consumo desmedido y acrítico, convertiéndose un criterio
liberizador en otra época, en un problema de control o manipulación
de la misma en la actualidad. Por ello, tan fundamental es una formación
para la comprensión como para la selección adecuada de sus
productos. Los medios poseen su mayor influencia en una población
falta de formación o de recursos cognitivos para realizar una lectura
crítica de los medios tecnológicos.
2) Conocimientos sobre las diferentes formas de
trabajar las nuevas tecnologías en las distintas disciplinas y áreas.
Las estructuras epistemológicas como los contenidos curriculares
de cada disciplina, requieren formas distintas de construcción y
representación en el aula. Igualmente, estas formas solicitan diferentes
soportes tecnológicos de comunicación y tratamiento de la
información.
3) Conocimientos organizativos y didácticos
sobre el uso de N.T.I.C en la planificación de aula y de centro.
Muchas de las deficiencias e infrautilización de los equipos responden
a una mala gestión y organización de los recursos en los
proyectos de centros como en las programaciones de aula. Estos problemas
se deben, en unas ocasiones, a un desconocimiento de fondo sobre las posibilidades
de estos recursos, en otras, a una falta de ajuste de los nuevos recursos
con nuestras habituales metodologías de aula.
Metodológicamente la formación del
ciudadano puede partir desde los procesos formativos, informativos o comunicativos
que ya éste realiza en la sociedad. Es decir, desde sus hogares
los estudiantes ven televisión, realizaran prácticas de ordenador,
navegaran en internet... Los centros educativos tan sólo deberán
realizar las suficientes prácticas tecnológicas para que
se produzca un proceso crítico y meditado de las tecnologías
y sus mensajes, o paliar las desigualdades de oportunidades que se muestra
en la sociedad en el acceso a las N.T.I.C. Por tanto, las prácticas
tecnológicas en los centros educativos, no será ver televisión
o usar el ordenador como en casa.
4) Conocimientos teórico-prácticos
para analizar, comprender y tomar decisiones en los procesos de enseñanza
y aprendizaje con las N.T.I.C. El abanico de N.T. disponibles puede ser
o no abundante, accesible y pertinentes a las necesidades del sistema educativo;
pero, sin duda, es imprescindible una formación para su uso e integración
en los procesos de enseñanza y aprendizaje. Cualquier Nueva Tecnología
puede convertirse en un estorbo cuando es utilizado en un proceso de enseñanza
disfrazado por principios de procedimientos pedagógicos espurios,
o cuando su introducción no responde a una racionalidad pedagógica,
o bien, se desconoce los procesos de aprendizaje que estamos generando.
5) Dominio y conocimiento del uso de estas tecnologías
para la comunicación y la formación permanente. Con ello,
nos referimos a los cambios en las formas de producción que estas
tecnologías están produciendo en el mundo laboral (teletrabajo).
Las posibilidades comunicativas que manifiestan estas tecnologías
puede representar un auxiliar importante en un enfoque de la enseñanza
basado en la colaboración e intercambio de experiencias con otros
compañeros, conectados en una red formativa entre los centros.
6) El futuro enseñante debería poseer
criterios válidos para la selección de materiales, así
como, conocimientos técnicos suficientes para permitirle rehacer
y estructurar de nuevo los materiales existentes en el mercado para adaptarlos
a sus necesidades. Y cuando se den las condiciones -tiempo, disponibilidad
de recursos, dominio técnico,...- crear otros totalmente nuevos.
Ultimas reflexiones.
Desde la enseñanza infantil hasta la enseñanza
universitaria -marcando las distancias obvias-, lo que pretenden los enseñantes,
entre otras muchas cosas, es básicamente preparar al ciudadano,
al profesional,... que se va a integrarse en el mundo social y laboral.
Tendríamos que conocer cual será ese mundo, para diseñar
el perfil del programa educativo.
No sabemos qué contenidos serán
útiles a los estudiantes de hoy profesionales del mañana,
sin embargo, sí podríamos aventurar que las tecnologías
serán muy significativas en su futura vida profesional. La sociedad
que deparará al ciudadano y profesional del futuro -también
hoy- estará irremediablemente presente y representada por las Nuevas
Tecnologías. La cultura se ha creado desde el mestizaje de culturas,
etnias, sexos, ideas, etc. y como no, desde una diversidad de procesos
de comunicación, diversidad de códigos y diversidad de Nuevas
Tecnologías. Sin que esto sea un determinismo, frente a esta realidad
diversa, no cabe otra propuesta que una enseñanza diversa de los
medios tecnológicos. También, una cultura diversa requiere
una enseñanza de la diversidad.
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