DEFINICIÓN:
La insuficiencia renal aguda
es un diagnóstico funcional por tanto incluye múltiples patologías.
Está caracterizada por la disminución brusca y frecuentemente
reversible de la función renal, manifestadas por la reducción
de la filtración glomerular, la retención de metabolitos
nitrogenados y no siempre, caída del volumen urinario hasta oliguria
(< 500 ml/día).
Una definición más
simplista es que existe insuficiencia renal cuando hay un reciente aumento
de la concentración de creatinina plasmática de al menos
0.5 mg/dl si el nivel basal es menor o igual a 3 mg/dl; o bien un incremento
de 1 mg/dl se el nivel basal es mayor que 3 mg/dl.
ETIOLOGÍA:
Existe una clasificación
donde se agrupan en tres grandes categorías:
Pre-renal | Renal | Post-renal | |
a) | Hipovolemias | Obstrucción renovascular | Obstrucción ureteral |
b) | Bajo gasto cardiaco | Glomerulopatías | Obstrucción vesical |
c) | Desbalances
entre
resistencia sistémica y renovascular.
|
Necrosis tubular aguda | |
d) | Hipoperfusión
renal
por alteración de autorregulación vascular |
Obstrucción intratubular Nefritis intersticial | Obstrucción uretral |
e) | Hiperviscosidad | Rechazo de un transplante renal |
Sin embargo, dos condiciones:
la enfermedad pre-renal y la necrosis tubular aguda (NTA) hacen cuenta
del 70 a 75% de los casos; además estos dos cuadros suelen ocurrir
en contexto de un paciente hospitalizado.
El objetivo de este seminario
de diagnóstico diferencial es principalmente la distinción
entre enfermedad pre-renal y NTA.
Esta distinción es particularmente
dificultosa porque la isquemia renal que determina una enfermedad pre-renal
es la mayor causa de desarrollo de NTA y es de importancia puesto que la
enfermedad por hipovolemia se corrige con repleción de volumen intravascular,
en cambio esta medida no aporta beneficios en la NTA e inclusive inducir
edemas pulmonar y/o periférico.
INSUFICIENCIA RENAL AGUDA DE CAUSA PRE-RENAL
Este cuadro es provocado por
una reducción de la perfusión renal que puede deberse a dos
grandes causas: hipoperfusión tisular generalizada (por ej.: Hipovolemias,
insuficiencia cardiaca, etc.) e isquemia renal selectiva (estenosis bilateral
de las arterias renales entre otras).
En ambos casos factores hemodinámicos
y neurohumorales contribuyen al descenso de la filtración glomerular.
Respecto a la hipovolemia y/o
hipotensión como causa de insuficiencia, comienza por su detección
por los barorreceptores cardiacos, seno carotideo y arteriola glomerular
aferente. Luego se estimulan la liberación de noradrenalina y angiotensina
II que producen vasoconstricción renal y sistémica
para mantener una presión arterial aceptable y preservar la perfusión
cerebral y cardiaca. La pérdida de autorregulación de la
arteria renal y la isquemia subyacente conducen a la falla renal.
CLÍNICA
Usualmente la causa de hipovolemia
es evidente en la historia clínica y la magnitud de disminución
de volumen debe ser tan severa para producir insuficiencia renal que se
asocia a signos de deshidratación.
TRATAMIENTO
La terapia consiste en reponer
volumen intravascular. Excluyendo a los pacientes que están en shock,
la tonicidad del fluido a administrar debe ser determinada por los valores
de natremia .
- Paciente hipernatrémico
Solución hipotónica, ej.: suero glucosalino
- Paciente normonatrémico
Solución isotónica, ej.: suero fisiológico
- Paciente hiponatrémico
(<115 mEq/l) Soluciones hipertónicas
La velocidad de infusión
debe ser lenta y no superar los 100 ml/hora, recordando que velocidades
más rápidas provocan una readaptación muy brusca de
los compartimentos intracelular y extracelular provocando daños
irreversibles. Debe además corregirse desbalances de otros electrolitos
como el potasio y del equilibrio ácido-base.
La reposición de volúmenes
debe ser evaluada por el examen físico y monitoreo de la función
renal. Una reposición adecuada normaliza el volumen y flujo urinarios
y en corto plazo (2-3 días) los valores de metabolitos nitrogenados
recuperan sus valores normales.
NOTA: En paciente con SHOCK es
necesaria una terapia temprana, rápida y agresiva para prevenir
necrosis tisular. En general se administran 1-2 litros de solución
isotónica o expansores del plasma en la primera hora hasta que se
recupere la perfusión sistémica.
CIRROSIS HEPÁTICA Y SD. HEPATORRENAL
La cirrosis hepática se
asocia a retención de sodio y ascitis (lo que favorece una insuficiencia
pre-renal), pero también se asocia a un declinar progresivo de la
filtración glomerular llamado síndrome HEPATORRENAL.
Este síndrome está
caracterizado por oliguria y un ascenso lentamente progresivo del BUN y
creatinina, pero bien puede precipitarse por una hemorragia digestiva alta
o uso excesivo de diuréticos. Este síndrome ocurre en concomitancia
a muchas enfermedades del hígado que cursen con insuficiencia hepática,
ascitis y encefalopatía hepática.
PATOGÉNESIS
En la génesis de este
síndrome incluyen factores hemodinámicos, variados desbalances
neurohumorales (como el aumento de la renina angiotensina aldosterona)
y la disminución de la síntesis de prostaglandinas y kininas,
pues el hígado no convierte ác. linoleico en ác. araquidónico
ni está sintetizando precalicreína.
DIAGNÓSTICO
Debe hacerse siempre por EXCLUSIÓN, pues un cirrótico puede hacer su insuficiencia renal por hipotensión, necrosis tubular aguda, sepsis, etc.
El pronóstico es pobre
y suelen morir en semanas después de iniciada la falla renal frecuentemente
por una complicación de la patología hepática o una
hemorragia digestiva. En verdad la recuperación de un síndrome
hepatorenal depende de la recuperación de la función hepática.
TRATAMIENTO
Es eminentemente de soporte vital
evitando nefrotoxinas y antiinflamatorios no esteroidales. Se ha utilizado
incrementos de la circulación efectiva, IECA (en discusión:
mejora la circulación renal, pero hipotensa al paciente); la mejor
modalidad terapéutica es crear un shunt peritoneovenoso (o portosistémico).
INSUFICIENCIA CARDIACA
Los cambios asociados se deben a retención de sodio por mecanismos neurohumorales y el deterioro de la función glomerular asociado a hipodébito.
Cuatro grandes causas determinan la insuficiencia renal:
a) Uso excesivo de diuréticos, pues disminuyen Pr. intravascular.
b) Uso de antiinflamatorios no esteroidales.
c) Uso de IECAs, sólo en pacientes con deterorio anatómico-funcional.
d) El hipodébito causado
por mal funcionamiento de la bomba cardiaca.
NOTA: Esta insuficiencia prerrenal
empeora con repleción de volúmenes.
NECROSIS TUBULAR AGUDA
Como ya está mencionado
la necrosis tubular aguda es una de los dos causas más comunes de
Insuficiencia renal aguda junto a la enfermedad prerrenal.
La necrosis tubular aguda es
una respuesta inespecífica a diferentes tipos de injurias renales.
Las principales noxas son:
a) Post-isquemia renal, secundaria a hipovolemia e hipotensión; pues los segmentos del túbulo proximal y el asa ascendente de Henle ubicadas en segmento yuxtamedular funcionan a presiones bajas de Oxígeno.
b) Nefrotoxinas exógenas: se destacan aminoglicósidos, medio de contraste y cisplatino.
c) Nefrotoxinas endógenas:
como la mioglobinuria de la rabdomiolisis y la hemoglobinuria post crisis
hemolítica.
PATOGÉNESIS
Influyen primariamente los cambios
histológicos que son necrosis tubular más oclusión
del lumen tubular por restos tubulares; aparte existe "reflujo" del filtrado
a través del epitelio tubular dañado y una reducción
primaria del filtrado glomerular por vasoconstricción arteriolar
y contracción mesangial.
PRESENTACIÓN CLÍNICA
El epitelio tubular posee la capacidad de regenerarse y los hace en un promedio de 7 a 21 días, por tanto este es el tiempo promedio de insuficiencia renal por NTA.
El declinar de la función
renal en este cuadro es extremadamente variable según la causa etiológica:
a) Inicio abrupto: es característico de una hipotensión brusca, hemólisis y rabdomiolisis y administración de medio de contraste entre otros.
b) Inicio insidioso: se ejemplo es la nefrotoxicidad por aminoglicósidos, donde la retención de residuos nitrogenados se alza luego de 7 días o más de terapia.
c) Inicio no perceptible: aparece
en contexto de una enfermedad prerrenal que motiva una NTA post isquémica,
donde existe sólo una lenta transición de las características
de la insuficiencia renal aguda.
Otra clasificación importante
de hacer es distinguirla entre OLIGÚRICAS (< 500 ml/día)
y NO OLIGÚRICAS, estas últimas de mejor pronóstico
pues están asociadas a menor daño tisular, menor alza en
la creatininemia, menor requerimiento de diálisis y menor mortalidad.
TRATAMIENTO
Aparte de corregir la causa desencadenante de la NTA, el tratamiento es esencialmente de mantención: buen manejo de agua y electrolitos, y una nutrición adecuada. Sin embargo, a pesar de esto muchos pacientes necesitan un periodo de diálisis extracorpórea transitoria, según las indicaciones de diálisis de urgencia que son alteraciones que no responden a tratamiento médico.
El pronóstico de la NTA
depende fundamentalmente del estado de salud previo al cuadro y la presencia
de alteración multisistémica.
PREVENCIÓN
a) NTA post isquémica:
Se previene con la adecuada repleción de volúmenes y revirtiendo
la hipotensión; se usan diuréticos de asa, manitol y dopamina.
NOTA: Estas medidas preventivas
son totalmente INÚTILES una vez instalado el cuadro de NTA.
b) NTA por drogas:
- Aminoglicósidos, hay que evitar su administración prolongada y vigilar periodicamente la creatininemia para suspender el fármaco. Eventualmente podría medirse la concentración plasmática del fármaco.
- Medio de contraste, evitar su uso en pacientes con antecedentes o alto riesgo como IRC y diabetes mellitus; y/o proteger al riñón con una buena hidratación y solución de manitol al 20%.
- Cisplatino, se previene la
NTA con una hidratación enérgica y administración
conjunta a soluciones hipertónicas, pues se ha demostrado que altos
niveles de cloruro previenen la NTA.
c) Endotoxinas (o pigmentos hemínicos):
Sólo se previene forzando la diuresis con suero isotónico
y si fuese necesario diuréticos de asa para "lavar" la obstrucción
tubular y minimizar el daño tubular.
DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL ENTRE ENF. PRE-RENAL Y NTA
A) HISTORIA CLÍNICA: En
esta etapa pueden revelarse e identificarse causa potenciales que sugieren
uno u otro mecanismo de producción de insuficiencia renal aguda.
B) EXAMEN FÍSICO: Si hallamos signos como turgor de piel disminuido, yugulares planas y colapsadas, taquicardia e hipotensión ortostática; cianosis, frialdad distal de extremidades nos sugiere que hay una marcada hipovolemia causal de enfermedad pre-renal, PERO también podría ser signología que acompaña una NTA post-isquémica.
Asimismo al examen físico
hallaremos signos que nos sugieren patologías como insuficiencia
cardiaca congestiva y cirrosis hepática, donde uno de los mecanismos
causales son la retención de sodio y agua en los edemas (periféricos
y/o pulmonares) y la ascitis.
C) PRUEBAS DE LABORATORIO: En muchos pacientes necesitaremos del laboratorio para confirmar o establecer si la causa de la insuficiencia renal aguda es pre-renal o NTA.
Además es importante notar
que los hallazgos de laboratorio son más útiles en pacientes
OLIGÚRICOS. Pacientes con NTA no oligúricas no tienen daños
tubulares severos y su laboratorio puede traslaparse con la enfermedad
pre-renal, de hecho el traslapamiento es tan común que sólo
los valores extremos de estas pruebas brindan claridad diagnóstica.
1.- Razón o índice BUN/Creatinina plasmática: La relación "BUN/Crea" mayor de 20:1 es altamente sugerente de insuficiencia pre-renal, en cambio valores normales, entre 10 y 15:1 nos inducen a pensar en NTA.
Críticas a esta prueba
de laboratorio son que la razón mayor a 20:1 e útil sólo
en ausencia de causas que aumenten la producción de urea tales como
hemorragia digestiva, destrucción tisular aumentada y terapia con
altas dosis de corticoesteroides. Asimismo razones BUN/Crea normales NO
descarta enfermedad pre-renal pues estas pueden ocurrir en pacientes hipo-proteinémicos
o con enfermedad hepática concurrente con disminución en
la síntesis de urea.
2.- Perfil de ascenso de la
creatinina plasmática: Es común que la NTA aumente 0,5
mg/dl en un día (hablamos de paciente oligúrico), en cambio
la insuficiencia pre-renal posee aumentos variables y pequeños con
descensos ocasionales e intermitentes atribuidos a momentos de "mejor perfusión
renal"
3.- Orina completa: En
la NTA, el daño tubular muestra cilindros granulares y células
del epitelio renal ya sea libres o en moldes (pero puede ser normal en
20 a 30% de pacientes no oligúricos); en cambio la pre-renal puede
presentar patrones normales o pequeñas alteraciones. NOTA: La nefritis
intersticial se evidencia en que su orina completa incluye hematuria, piuria
y moldes celulares blancos.
4.- Osmolaridad urinaria:
Pre-renal > 500 mosm/Kg ; NTA < 350 mosm/Kg.
5.- Concentración de
sodio urinario: Esta prueba posee una de los mayores traslapamientos
pues depende de la reabsorción de sodio, pero también del
manejo del agua libre. Nos sugiere una enf. Pre-renal cuando el sodio urinario
es < 20mEq/l y un NTA valores > 40 mEq/l
6.- Fracción de excreción
de sodio: Es el MEJOR indicador para discriminar NTA de enf. pre-renal:
FE NA(%) = [Na+]u *
[Crea]p x 100
Prerenal < 1% NTA > 2%
[Na+]p * [Crea]u
INT. César Maturana Donaire
VI año Medicina AÑO 1999