La Sábana Santa de Turín, conocida también como Santo Sudario y como Síndone de Turín, es uno de los misterios más importantes en la historia de la Fe Católica y de la Ciencia moderna.

En el lienzo aparece sangre y manchas de suero humanos del grupo AB. Sangre del mismo tipo se encontró en el Sudario de Oviedo. Es interesante saber que durante el siglo VIII, en la Iglesia de San Legonziano, en manos de un monje que dudaba sobre la real presencia de Cristo en la Eucaristía, al momento de la consagración de la hostia, se convirtió en carne y el vino en sangre. Las reliquias se conservaron y en 1970 Odoardo Linoli, Catedrático de la Universidad de Siena en Histología Patolócia y Microscopía médica clínica, encontró que la reliquia era carne real, tejido miocárdico de un corazón humano y la sangre era humana y del grupo AB.

Las marcas en el lienzo son detalladas, tridimensionales, térmica y químicamente estables aún en agua. No son pigmentos, no tienen direccionalidad y no fueron causados por el simple contacto con el lienzo. Las marcas no sanguíneas, no fueron provocadas por contacto. Las luces y sombras de lienzo fueron realizados a diferentes distancia del cuerpo y de la tela.

1. Lesión en el pie izquierdo

2. Mancha del agua utilizada para extinguir el fuego en el incendio de 1532

3. Lesión producida por un instrumento punzo-corto-contundente

4. Dobleces del lienzo

5. Marcas de azotes

6. Talón y planta del pie derecho

7. Lineas carbonizadas provocadas al lienzo durante el incendio de 1532

8. Remiendos realizados por las monjas Clarisas de Chambéry

9. Magulladuras provocadas camina la patibulum

10. Leasiones en la cabeza provocadas por un casquete de espinas

11. Lesión en la frente

12. Lesión en la muñeca izquierda