Copa Federal ´99

El partido se resume en ese instante final. En esos dos o tres minutos que vio a los equipos pasar de la agonía al éxtasis y de éste a la desazón. Y por esas cosas que sólo el deporte bien entendido puede dar, Jockey Club de Rosario se quedó con la Copa Federal de Rugby ante un La Plata que peleó con sus armas de siempre, que arañó la gloria y que se quedó con el sabor amargo de una racha que no se termina y que parece ensañada en hacerlo sufrir.
La final fue emocionante y emotiva. Era para uno y fue para el otro. La respiración contenida, el corazón agitado y un resultado incierto. Así fue el final. Y así se coronó Jockey. Parecía que era para festejo canario cuando Durante apoyó el try a los 41, ya en descuento. Y fue para los locales porque pusieron todo en el ataque y La Plata se equivocó al no tirar la pelota afuera para que el árbitro pitara el final del partido.
Jockey comenzó pisando el blando césped de Rosario más ordenado que su rival. Con Jurado en el fondo del campo y con el viento a su favor se le hacía fácil salir jugando y marcar diferencias.
La Plata entró perdido, como esperando que era lo que iba a ser el local. Con un penal de Zuccheri fue el primero que sumó, pero producto de sus errores, Jockey no perdonó y anotó los primeros cinco puntos cuando Arce aprovechó los espacios que le habían propiciado.
De una forma poco precisa, debido a las imprecisiones en el juego de manos, La Plata atacaba sin lastimar a un equipo rosarino que se mostraba compacto tanto con sus forwards como con sus backs. Ninguno regalaba nada, pero fueron los canarios quienes dejaron que Arce nuevamente encuentre el hueco y Jurado estiraba las ventajas. El fullback se fue transformando de a poco en el destacado de los rosarinos, no solo por el try, sino por la prolijidad en su juego.
Los últimos campeones de la Federal comenzaron a lograr mejores resultados a partir de los 20 minutos. Salía jugando con las manos, ya que el viento no le permitía a Matías Zuccheri sacarla al toach, y a veces se complicada porque el campo no estaba firme y los resbalones eran una constante. "Julito" Brolese fue de lo mejor en un equipo que no había tratado bien a la ovalada, pero que con los gordos ganaba metros en terreno rival.
La Plata quería más, y con la presión de sus forwards logró que Julio Brolese apoyara un esforzado try, cuando por primera vez en el encuentro Jockey se había desorganizado. El viento a favor seguía favoreciendo al local y su apertura Pérez Bustamente no lo desperdició, dándole a su equipo 6 puntos producto de dos penales cerrando los primeros cuarenta de la noche.
Los canarios salieron decididos a ganar el partido. Se pararon bien dentro del campo de juego y en los primeros minutos, los forwards canarios presionaron ferozmente hasta que de la mano de Tomaghelli llegaron al try y abrieron de esta manera una puerta a la esperanza.
Muy reñida y muy pareja se presentaba la segunda etapa, con dos equipos que decididamente querían levantar la copa a través de su garra y temperamento. Con Zuccheri siguió sumando, pero Pérez no se quedaba atrás para Jockey. Cambiaron los pateadores de ambos conjuntos, y dos nuevos penales florecieron en Rosario, repartiéndoselos entre Conti y Tomaghelli.
Cuando se esfumaba el tiempo y a La Plata se le atragantaba el grito de campeón, buscó por todos los medios de apoyar algún try que le permitiera festejar. Tanto esfuerzo valió la pena porque de una manera apasionante y muy festejada por su gente, "Nino" Durante decía que los canarios, hasta el momento, se quedaban con el festejo luego darle cinco puntos a su equipo.
Pero la fortuna no estuvo de su lado. Corría el tiempo de descuento y Jockey se fue con todo a aplastar a la visita, que contenía los avances y no los hacía tan peligrosos. Pero Carrara, luego de estar en juego la guinda por espacio de cuatro minutos continuados y no pudiendo así el árbitro Paul Bleckewllel dar por finalizado el encuentro, cometió el error de no patear al touch y le costó no traerse la copa para nuestra ciudad. Jockey seguía insistiendo y consiguió lo que buscaba a través del try de  Pedro Baraldi en el minuto 45, sepultando así el festejo de los 200 hinchas canarios que viajaron hasta Rosario para volverse con una sonrisa en su rostro.