Entrevistas
Entrevista a Esteban "nino" Durante.
Como el rugby, deporte de origen inglés que nació como variante del fútbol, Esteban creció jugando a la pelota para el Club Toronto, en la Liga Infantil Local. Cuando terminaron las infantiles, invitado por su barra de amigos, entró al rugby por segunda vez (la primera fue una breve experiencia cuando tenía entre 8 y 9 años) para elegir este deporte definitivamente. Era el año 1991 y tenía 14 años de edad. El club era el mismo: La Plata Rugby Club.
-"Al principio los cambios eran las relaciones con los amigos. Con los chicos de fútbol, vivíamos todos separados y no llegué a hacer los amigos que tengo hoy con el rugby, acá a los dos años era amigo de todos. Fui integrándome al grupo, a compartir lo que hacían ellos. Al terminar la secundaria, ya tenés la posibilidad de entrar en el plantel superior; a los 19 años el grupo está consolidado, te vas de gira, de vacaciones juntos".-
Al finalizar la secundaria, muchos de los chicos que practican el deporte, se ven complicados para continuar, por las obligaciones que implican las horas dedicadas al estudio y, en muchos casos al trabajo: "cada uno ya sabe que si se dedica de lleno al rugby, el deporte no es pago y no podés vivir de eso. Está en las posibilidades de cada uno. Yo le dedico al rugby un poco más porque tengo la suerte de no tener que trabajar, entonces me dedico a estudiar y a entrenar. Quizás por eso, hay más gente que sigue jugando y son grandes jugadores, que los que siguen y no son buenos. Este es un deporte que sigue por la amistad. Esto no se da en el fútbol, donde el que no juega muy bien, va quedando en el camino"
Esteban defiende el amateurismo de este deporte. Considera que la poca entrada del dinero en el rugby poco a poco, tal vez en un proceso que lleve años, la plata iría desvirtuando algunos hechos que tiene que ver con el "espíritu" del juego: el traspaso de jugadores de clubes con más ingresos, que se quedarían con los mejores valores, la profesionalización produciría una competencia entre los integrantes del mismo equipo, resistiéndolo en el aspecto humano; crearía otro tipo de obligaciones, desapareciendo momentos compartidos fuera del campo como el tradicional "tercer tiempo", etc. Todavía el deporte y su espiritu se mantiene y en ello reside el placer que proporciona a los que lo juegan o se acercan a verlo: cada encuentro es una ocasión propicica para que los jugadores demuestren simplemente su superioridad en la competencia por ver que el equipo es mejor.
-"En octubre del 97, se organizó un seven, con equipos de todo el país, donde fue invitado La Plata. Ahí se iba a presnetar en equipo "A" y uno "B" de Los Pumas y cada jugador iba para una preselección. De ahí se sacaría un equipo que viajaría a los Emiratos Árabes, a jugar un seven internacional. En Corrientes llegamos a la final, creo y bueno, no me acuerdo si me llamaron o me comunicaron por el club, que tenía que viajar a Bs. As. para entrenar. Me sentí muy feliz. Pero cuando viajé a los Emiratos Árabes, lo tomé normal, porque mis compañeros estaban todos en la misma, había varios chicos del interior, nos fuimos conociendo y me integré bien al grupo.
En diciembre me avisaron que iba a participar de los Sevan de Mar del Plata y Punta del Este. Y eso fue otra cosa. Fue espectacular. En Mardel había en la cancha 25 mil personas, te pedían autógrafos. Yo al principio me hacía el desentendido, hasta que uno me gritó que me la creía y ahí tomé conciencia que tenía que saludar o dar una firma, lo único que me pedían. Los que pasa es que la gente te hace sentir que sos vos, que estás ahí representando al país. Fue una experiencia particular; llegamos a las dos finales. Tuve la suerte de jugar y hacerlo bien. Después fui con otro grupo a participar de otro seven en Chile, siempre en enero. Fue una gira muy intensa ya que estaba muerto y me dolía la pierna. Jugamos creo 14 partidos en doce días. Fue demasiado desgaste".
Iba a ser un año intenso y Esteban quería estar preparado, pero después de la exigente gira en enero, la lesión se acentuaba. En febreo con La Plata Rugby hacia la gira europea, pero un médico le recomendó no jugar. Al regresar, en marzo, otro médico le diagnostico pubalgia, una lesión muscular. Estuvo un mes y medio parado y aceleró la recuperación para jugar con el club y luego emprender lo que sería su última gira hasta ese momento con Los Pumas, en Francia.
Pese a la lesión encaró los compromisos tanto con su club como con el equipo argentino responsablemete y metiendo mucho amor propio. Pudo participar del campeonato que obtuvo el equipo platense, "la Copa Federal".
.