El sol comienza a ponerse sobre el horizonte marchando por las grises nubes de la tarde. Los destellos de los últimos rayos del día se proyectan con escasa fuerza.
Debajo, en el atardecer apacible de una jornada otoñal como cualquier otra, varios golfistas aficionados aprovechan las bondades que les brinda la naturaleza y disfrutan de su deporte preferido.
En ese clima y ese marco, en un terreno completamente boscoso y arenoso que se extiende a lo largo de 67 hectáreas y que hace casi cinco años fue donado por la familia Sansot, crece, poco a poco y paso a paso, un proyecto anhelado e iniciado por habitantes de la comuna de Bahía Blanca y Monte Hermoso.
El empeño silencioso de quienes mantuvieron su ilusión a través del tiempo, acompañado por la colaboración de muchos otros, hicieron que el club de golf de Monte Hermoso dejara de ser un simple proyecto para pasar a convertirse en una realidad que se cimienta a la entrada de la localidad balnearia.
"La idea inicial de la cancha nació de un grupo de amigos, todos golfistas, que íbamos a jugar a Sierra de la Ventana y perdíamos un día entero. Por eso decidimos tener nuestra propia cancha", recuerda el Doctor Héctor Carlos Cantarelli, presidente de la sociedad anónima que se constituyo en los inicios.
"Primero teníamos la intención de hacerlo en la estancia La sirena, pero no estaba en el partido de Monte Hermoso y se encontraba a 15 kilómetros del centro. Guillermo Sansot, que es golfista y dueño de un campo que llaga hasta la playa (donde hoy se emplaza el complejo), se interesó en nuestro proyecto y nos contacto para ver si nos convencía el lugar. La gente de Monte Hermoso quería contar con la cancha en su partido y lo mas cerca del centro posible, para que se jerarquizara la ciudad", explica Cantarelli sobre la elección del lugar.
Como la mayoría de los comienzos, las cosas fueron complicadas. Pero el ansia por plasmar lo ideado fue más fuerte.
"En primer termino nos decepcionamos un poco, porque era un bosque muy árido y pensamos que nunca íbamos a tener una cancha en ese lugar. Pero a medida que no fuimos internando en el mismo, advertimos su belleza y con mucho esfuerzo logramos abrirlo para programar el terreno", comenta el presidente.
Y en seguida, agrega: "Al principio fue muy complicado imaginar como implantar una cancha de golf en ese médano boscoso, porque era casi inexpugnable, no se podía ingresar con ningún vehículo solo a caballo o caminando, pero era muy tupido y peligroso".
Pocos pueden comprender cómo, en los inmensos médanos en donde se sitúa el campo de juego, la madre naturaleza permitió el crecimiento de los verdes fairways y greens. Pero la respuesta no es difícil de hallar, porque el sistema de riego incorporado al paraje es el principal responsable de tal logro.
"Sin el riego no podríamos tener este pasto sobre la arena. El sistema fue proyectado con cañerías troncales; los materiales son de primera calidad y especiales para este tipo de servicio. Se riega la totalidad de la cancha los días. Contamos con una boca cada 30 metros; los chorros de agua tienen 25 de radio, por lo que cubren 50 en total".
"Todo esto está sustentado en un hallazgo muy importante: un bajo en el cual construimos una laguna, la cual nos provee de agua por medio de una vertiente natural. Eso nos favorece para el riego permanente", reconoce Aurelio Chersanovich, director y coordinador del proyecto.
Las obras avanzan día a día, con el objetivo de brindar un mejor servicio y una cancha en optimas condiciones. Hasta el momento se cuenta con siete hoyos terminados, pero con la ampliación prevista se llegara a nueve.
"Lo más importante en lo inmediato es contar con los nueve hoyos y mejorar la calidad de los mismos. Hay toda una tarea de limpieza de los contornos, para ir adecuando y ampliando los lugares donde la pastura no fue eficiente. En general esta bastante cubierto y tiene muy buena calidad, tomando como parámetros el tiempo y el tipo de terreno. Tenemos un buen piso que se va asentando, aunque debemos mejorar los greens - que no están tan buenos - pero ese es un problema de falta de recursos y por ahí, de experiencia", explica Chersanovich.
En la actualidad, la cancha no puede utilizarse para jugar torneos avalados por la Asociación Argentina de Golf y, por lo tanto, los jugadores no pueden acceder a su hándicap. Pero las ansias y la ambición de contar con un campo de juego acorde con tales requisitos siguen latentes.
"Hay siete hoyos y con seis en muy buen estado estaríamos en condiciones de que se apruebe, pero para eso tenemos que mejorar y recuperar los greens. Calculamos que para la próxima temporada de verano la cancha tendría que estar habilitada. Esa es nuestra principal meta", argumenta Chersanovich.
Además, el complejo cuenta con un club house provisorio (el original irá emplazado en otro sector del complejo), que fue inaugurado el ultimo verano, con el fin de que accionistas y concurrentes puedan contar con un lugar de reunión.
La ilusión de todos aquellos que brindaron su granito de arena para ver la obra finalizada comienza a tomar forma. En poco tiempo, Monte Hermoso podrá contar con una cancha de golf de primer nivel y estro ayudará también al crecimiento y enriquecimiento de la ciudad.
El perfil societario
Llamativamente, en el inicio de las actividades, se consideró que lo más apropiado para el crecimiento del proyecto era constituir una sociedad anónima sin fines de lucro, que se diera a los golfistas la posibilidad de convertirse en accionistas.
"Creímos que lo más práctico era conformar una sociedad anónima, en la cual el dinero invertido, en caso de que se deseara dejar de ser miembro de la misma, pudiera recuperarse. El sistema a utilizar es la venta de acciones, como sucede en cualquier empresa", explica el titular de la entidad.
Para Chersanovich esta iniciativa también tiene sus ventajas. "Este sistema facilita el desempeño de la sociedad desde el punto de vista futuro ya que el dinero que ingresa siempre se reinvierte porque - como queda expresado - la entidad no tiene fines de lucro".
En la proyección inicial se pretendía contar con alrededor de 200 inscriptos, pero con el correr del tiempo, se arribó a la conclusión de que con 150 se estaría en el numero ideal.
Actualmente se cuenta con el empadronamiento de 130 accionistas, que aportaron como capital inicial 2000 pesos y ahora abonan una cuota mensual de 30.
"Ciento treinta accionistas, significan otras tantas familias, porque a los primeros 200 se les permite ingresar con el grupo familiar. Esto determinará una cantidad aproximada de 400 jugadores", reconoce Cantarelli.
Sin embargo, la respuesta de la gente es algo que preocupa a las autoridades de la institución porque - según consideran - es poco el numero de habitantes de la localidad balnearia que se acercan a practicar este deporte.
"Últimamente se arrimó mucha gente. Pero en Monte Hermoso todavía no se tomó conciencia de lo que es esto, no se llego a comprender el valor de esta iniciativa va a tener para la comunidad. Cuando esté íntegramente concretado el proyecto mucha gente va a venir a jugar. Y muchos lo harán fuera de la época estival", reconoce Néstor Aiscar, capitán de la cancha.