Martes 12 de Octubre de 1999
"Cosas mayores que éstas verás". Juan
1:50
Estas palabras fueron dirigidas a un creyente que se hizo como
niño y que estaba dispuesto a aceptar a Jesús como el Hijo de
Dios y Rey de Israel con un solo argumento decisivo.
Quienes quieren abrir los ojos, ven. Permanecemos tristemente
ciegos porque nos obstinamos en cerrar los ojos.
Por lo que a nosotros se refiere, hemos visto muchas cosas; el
Señor nos ha revelado misterios inescrutables por los cuales
podemos celebrar su nombre; sin embargo, en su palabra se
encierran verdades más profundas, experiencias más hondas y de
mayor utilidad, descubrimientos maravillosos de su amor, de su
poder y sabiduría. Todo esto lo veremos ciertamente si creemos
en nuestro Señor. Cosa nociva es inventar falsas doctrinas, mas
el don de discernir la verdad es una bendición. el cielo se nos
abrirá de par en par ; el camino que nos conduce a él en la
persona del Hijo del hombre nos será más fácil, y más
evidente la comunión angelical entre el cielo y la tierra.
Fijemos nuestros ojos con mayor atención en las cosas
espirituales y veremos cada vez con mayor claridad cosas más
importantes. No pensemos que nuestras vidas son algo efímero y
baladí; antes por el contrario, siempre irán creciendo viendo
cosas de mayor importancia hasta que contemplemos cara a cara al
mismo Dios y no podamos ya perderle de vista.