Aunque se pueden usar otros recipientes, como por ejemplo cacerolitas de barro o una fuente grande de acero donde se pone todo junto (si vas a cocinar con el horno) o incluso papel de aluminio (pero se te puede pegar al papel y es un relajo andar separando el queso del papel). Lo mejor es usar sartencitas de las de huevo frito, una para cada comensal, de las que son más o menos así:
Ingredientes:
Rodajas de queso provolone.
Aceite para poner debajo del queso.
Se usan 2 salsas, la salsa criolla y la de ajo y perejil. Podés prepararlas y dejarlas cada una en un pote y después usarlas con el asado. Es más, donde comí esta provoleta por primera vez era una asadería, y el tipo tenía bollones de estas 2 salsas que las usaba para que los parroquianos se las pongan al asado y de paso las usaba para las provoletas. Las 2 son muy fáciles de hacer.
La salsa criolla tiene tomate, morrón rojo y cebolla, las 3 cosas picadas (más facil es por separado) sobre una tabla, con un cuchillo grande, ni muy grande ni muy chico, que te queden una especie de cubos de medio centímetro de diámetro. Le ponés sal y lo juntás todo en un frasco, con aceite y vinagre.
La salsa de ajo y perejil se hace picando ajo y perejil bien finito, sobre una tabla y con un cuchillo grande. Le ponés sal y lo ponés en un frasco (otro), con aceite y vinagre.
El último ingrediente son medias rodajas de tomate. Agarrás un tomate y lo ponés paradito, o sea con el cabito para arriba, sobre una tabla de madera. Con un cuchillo grande le hacés cortes horizontales a 0,75 centímetros uno del otro, con lo que obtenés rodajas de tomate, más o menos así:
Cada una la cortás por su diámetro, y ya tenés las medias rodajas de tomate, más o menos así:
En la sartencita ponés un poco de aceite, y arriba la rodaja de queso. Las medias rodajas de tomate van todo alrededor, paraditas, con la línea recta (ex diámetro de la rodaja entera) hacia abajo, más o menos así:
La salsa criolla, que es roja, la ponés en cantidad abundante arriba de toda la superficie de la rodaja de queso. La salsa de ajo y perejil se usa en menor cantidad, y es buena idea hacer con ella un círculo menor en el medio, cosa que todo parezca una flor.
Fuego de parrilla o de horno hasta que se derrita bien el queso y se calienten las salsas y los tomates (por lo menos 20 minutos), y servirlo así como está, con sartencita y todo. Eso sí, darle a cada comensal un plato para que se vaya sirviendo de a poco porque si no se va a quemar vivo en cualquier momento al tocar la sartencita.
Besos.
Norberto