C O N T E N I D O
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2. Arreglos Caseros
Aquí veremos algunas formas en que se pueden disponer los arreglos caseros,
concientes que esto es sólo para dar algunas ideas de cómo pueden hacerse las
cosas en hidroponía, utilizando elementos que generalmente existen en un hogar
y que habitualmente son desechos.
Lo importante es comenzar, porque ya habrá tiempo para complicarse la vida con instalaciones más complejas y adecuadas a nuestras aspiraciones. ¡Bien, manos a la obra! Analizaremos algunas disposiciones sencillas, fáciles de aplicar por un cultivador principiante.
Muchas personas han construido variaciones de este sistema. Una caja de poliestireno expandido (plumavit) también funciona como un excelente contenedor para el medio inerte, teniendo la precaución de impermeabilizarlo con alguna lámina plástica. Construir un soporte sólido en donde instalar el contenedor del material inerte, con altura suficiente como para permitir el vaciado de la solución nutriente al balde de 10 litros. El tapón debe ser posible removerlo con facilidad. Ponga una malla plástica sobre el hoyo para impedir la salida del medio inerte en el momento del vaciado. En este caso se debe ser especialmente cuidadoso en el llenado con solución, para no afectar a las plantas.
Importante: la solución debe ser aireada en forma separada, ya sea mediante una pera para edemas o algún sistema mecánico, como una bomba de aire de acuario.
La tubería que recoge la solución está al fondo del
recipiente y tiene perforaciones cada ciertos tramos y además
está alojada en un fondo de bote, para permitir el drenaje completo.
En este otro caso, la recirculación se hace succionando directamente desde el contenedor y vaciando en un extremo de éste, dejándola caer de cierta altura para facilitar la aireación.
En general, estos sistemas se operan de la forma siguiente:
1.- Llene el contenedor con el medio inerte y mezcle el alimento de plantas con
agua, vertiendo la solución lentamente en el medio.
Importante:
Antes de mezclar el alimento de plantas en agua, se debe ajustar el pH de
ella. La mayoría de las aguas de ciudades tienen un pH de
aproximadamente 8.0. El pH correcto para el cultivo es de aproximadamente 6.2
(ver más detalles en
pH Recomendados
). Dos tabletas de
aspirina disueltas
en 4 litros de agua normalmente llevarán el pH al nivel correcto.
También
se puede usar vinagre blanco. Añada una cucharada sopera por 4 litros de
agua; testee y corrija si es necesario. Esto se debe hacer siempre antes de
agregarle el alimento para plantas al agua. Testee el pH nuevamente
después de haber añadido los nutrientes al agua.
2.- Use solución suficiente para dar un nivel de hasta 1,5 cm desde la
superficie (1,5 cm desde la superficie hacia abajo debe permanecer seca).
3.- Ponga las semillas o las plantitas como desee en el medio inerte,
respetando las distancias mínimas recomendadas entre ellas, por ejemplo,
los tomates y las betarragas deben espaciarse unos 25 a 30 cm, para conseguir
una óptima iluminación y una buena cabida a las raices.
4.- Permita que la solución drene al balde.
5.- Alimente las plantas 2 ó 3 veces al día, dejando la
solución en el medio de 10 a 15 minutos por vez.
6.- Controle el pH cada mañana, corrigiéndolo si es necesario,
usando vinagre o aspirina para llevarlo al nivel correcto. Haga solución
nueva una vez a la semana. 7.- En la medida que las plantas y la evaporación gasten la solución, repóngalo con solución de igual proporción que la original. Algunos de los vegetales y flores que se dan bien en este sistema son tomates, cebolla verde, lechugas, pimienta, rabanitos, tulipanes, rosas, coliflor, amarilis, hiedra, y muchos otros. Cualquier planta que crece en el suelo puede crecer de esta manera, aunque algunas son más adaptables que otras al cultivo hidropónico.
Otra disposición hidropónica u poco más compleja pero muy práctica es la que se
consigue mediante tubería de PVC y consiste en el uso de largos tubos plásticos
rígidos o canaletas (de 1,5 a 2 m de longitud), como se muestra en la figura
adjunta y puede ser instalado en un invernadero o al aire libre.
Se construye un atril en madera robusta de 5 x 10 cm, por ejemplo, para soportar el peso que adquirirán las plantas en el futuro, y los tubos de 4" de diámetro descansan sobre sus respectivos soportes metálicos. Se abrirán hoyos de 3 a 4 cm de lado (o diámetro), espaciados por unos 15 cm, los hoyos serán cuadrados o circulares, dependiendo de la herramienta disponible, cautín o taladro. La tubería que conduce la solución hacia el cultivo puede ser de 1/2" de diámetro y la de retorno de 1" de diámetro, para facilitar el drenaje. Los extremos del tubo de 4" se taparán correctamente con sus respectivas tapas, de forma que no haya filtraciones. Las tapas del lado por donde se hará acceder la solución nutriente (lado rojo del dibujo), serán perforadas al diámetro correspondiente, a una distancia de 6 a 8 mm desde el borde interior inferior del tubo; por otra parte, las tapas del lado por donde sale la solución (lado verde del dibujo), se perforarán al diámetro correspondiente a una distancia de unos 15 mm desde el borde interior superior del tubo de 4". Esto permite que la solución nutriente inunde las raíces, desde la parte inferior hasta rebalsar por el otro extremo del tubo.
Importante: Pre-arme todo el sistema sin pegar, para asegurarse que las
dimensiones y disposición son las correctas. Una vez asegurado de todos los
detalles, preceda con el pegado de los elementos.
Además se necesitará un estanque de recepción de soluciones de unos 90 litros (obviamente que depende del tamaño de la instalación), cerrado, opaco a la luz y de un material atóxico; en general debe evitarse el uso de materiales metálicos. Este estanque debe estar situado por debajo del nivel del tubo inferior de nuestro sistema y debe poseer un sistema (válvula) para permitir su total drenaje.
La recirculación de soluciones se podrá hacer con una bomba sumergible (si el
estanque lo permite) de unos 10 a 15 litros por minuto, nuevamente, dependiendo
del tamaño de la instalación.
La irrigación se controlará con dos relojes timer. Uno controla que la
irrigación se haga durante las horas del día (de 7 a 19 horas) y el segundo,
anidado con el anterior, permite bombear solución, por ejemplo, 1 minuto, cada
30 minutos; el objetivo es llenar la tubería sin que se produzcan pérdidas de
solución por rebalses indebidos, detener la bomba, permitir el drenaje total de
la solución y reiniciar el ciclo.
Este sistema se recomienda especialmente para frutillas, lechugas y tomates,
sin que ello impida el cultivo de otras plantas.
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