La ciencia del cultivo de plantas sin suelo se conoce desde hace más de cien
años y la palabra hidroponía es comparativamente nueva, desde que el doctor W.
E. Gericke la acuñó en fecha relativamente reciente.
El verdadero cultivo hidropónico es generalmente un medio de cultivar plantas
en una solución nutriente sin suelo u otro medio enraizante.
Hoy, la mayoría de los muchos métodos de cultivo de plantas sin suelo, emplea
varios tipos de materiales inertes, como medio enraizante solamente.
Yo he descartado, por el momento, el uso de sustrato y me he dedicado
exclusivamente al cultivo en agua, en una escala muy reducida, de acuerdo a las
disponibilidades de espacio físico adecuado para el manejo de las
plantas.
Mi sistema es más bien sencillo, pero me ha reportado enormes
satisfacciones y una fuente de entretención fascinante.
Los nutrientes yo los adquiero en la Semillería San Alfonso, calle San
Alfonso N°31 de Santiago de Chile (se gastan US$2,5 para 250 litros de
solución). La caja tiene un aspecto como el que se muestra en la figura
adjunta y su composición es la que aquí se indica.
N - P - K Fertilizante
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10-10-27
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Análisis
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Nitrógeno
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10%
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Acido fosfórico soluble
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10%
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Potasio
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27%
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Magnesio
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1,3%
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Azufre
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4,8%
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Hierro
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0,4%
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Calcio
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3,8%
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Manganeso
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200 ppm
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Uno de los montajes que he hecho, es como el que se muestra en la Figura 4 y
consiste en:
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Un estanque opaco de plástico (Figura 4), de 60 litros de capacidad,
en donde se prepara y se corrige el pH de la solución que
alimentará las plantas.
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Un pH-meter de bolsillo
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Un contenedor de poliestireno expandido (Figura 4, plumavit) de 60 litros
de capacidad (30 cm de ancho por 25 cm de alto y 80 cm de largo, medidas
interiores), que ha sido recubierto interiormente con una lámina de
plástico tipo nylon de mínimo espesor (puede ser una bolsa de
basura negra sin orificios), con el objeto de asegurar la estanqueidad del
depósito. La lámina interior no tiene que estar necesariamente
pegada a las paredes; el peso del agua le da la forma final. Solo es necesario
sostener los bordes superiores.
Si el contenedor no es lo suficientemente fuerte, habrá que poner
algunos refuerzos transversales de cinta de envolver u otro material, porque en
caso contrario, con el peso del agua, se deformará.
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Tapa de madera prensada (5 mm de espesor aproximadamente) con 5 agujeros de
3 cm de diámetro, (ver Figura 5) y un agujero en un extremo de 2 cm de
diámetro para dar acceso a la solución.
Por el lado interior de ella, he pegado con cinta de envolver, pequeños
trozos de poliestireno expandido (plumavit) de 5 cm x 5 cm y 1 cm de espesor,
con un pequeño agujero en el centro, concéntricos a los agujeros
de 3 cm de diámetro, con el objeto de proveer el sostén inicial a
las pequeñas plantitas en sus primera semanas de vida. La idea es que en
la medida que el tallo se desarrolle, vaya ensanchando el agujero de la
poliestireno expandido (plumavit), si que se dañe la planta.
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Un reloj controlador (Figura 4, timer)
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Bomba aireadora (Figura 4) adecuada para una pecera de 60 litros de
capacidad
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Manguera de plástico de 5 mm de diámetro interior, o adecuada
a la boquilla de la bomba aireadora (del tipo de combustible de
automóviles) para el burbujeo del aire dentro del contenedor de plantas.
La manguera ha sido perforada en distintos puntos (4 ó 5) a lo largo de
ella, para obtener un burbujeo más suave y mejor distribuido dentro del
nutriente. Al extremo de la manguera se le debe adosar un peso, de forma de
mantenerla constantemente sumergida a fondo del contenedor.
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Una manguera de jardín (1/2" de diámetro) de 2 m de largo
para, mediante sifón, llenar y reponer el nutriente al contenedor y
también para retirarlo de él, periódicamente.
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Dos banquetas de apoyo a los elementos, de altura conveniente para ejecutar
con facilidad el trasvasijo de soluciones mediante sifón.
Operación
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Una vez obtenidas las plántulas desde un semillero propio o
adquiridas en algún vivero, se instalan delicadamente sobre la plancha
de la Figura 4, cuidando que las raicillas atraviesen perfectamente las
perforaciones de los trozos de poliestireno expandido, adosados a la parte
inferior de ella, a una altura tal que el "cuello" de la planta (punto de
unión entre el tronco y las raices) quede aproximadamente al nivel del
nutriente que ya está dentro del contenedor (no olvidar que se
recomienda que la altura de la solución debe ser 1,5 cm bajo el borde
superior del recipiente).
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Programar el timer para que active a la bomba de pecera 3 veces al
día por un período de 3 a 4 horas cada uno, como mínimo,
de forma de asegurar una excelente aireación de la solución; si
ella tomara mal olor o se pusiera turbia, significa una mala oxigenación
y habrá que aumentar el ciclo de venteo.
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Periódicamente (cada dos o tres dias al principio, y cuando las
plantas tengan un mayor desarollo, todos los días) verificar el nivel de
la solución, y agregar de la misma solución rica, lo que sea
necesario para recuperar el nivel deseado.
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Esporádicamente (en un principio, cada 30 días, y
después, cada 15) proceder al vaciado total de la solución
empobrecida del contenedor, y reemplazarla por nueva solución rica. La
solución de descarte puede ser usada en el jardín, ya que algo de
nutrientes aun contiene.
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Observar cuidadosamente el desarrollo de las plantas y enventuales
problemas que ellas presenten, especialmente lo que dice relación con
enfermedades o carencias de ciertas sustancias.
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Llevar control de las fechas en que se van produciendo los acontecimientos
más importantes, de modo de tener un registro claro de lo sucedido, para
que sirva de documentación para el próximo ciclo.
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Las plantas que son de desarrollo en altura (tomates, habas o porotos, por
ejemplo), obviamente que necesitarán tutores, que el cultivador
deberá proveer en el momento oportuno.
Algunos ejemplos de tutores se muestran en las fuguras adjuntas, en el bien
entendido que la imaginación humana es infinita y Ud. podrá crear
los suyos.
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