Esta
historia, tal cual sucedió hace unos años, la envié a Ciudad Digital
que por entonces pedían que todos aquellos que tuvieran algo para
contar y que hubiera sucedido a través de Internet, que recién
empezaba la comunicación virtual, la hiciéramos llegar y selección
mediante, las irían publicando. Y así fue que un día me
Graciosamente,
la historia trajo bastante cola, me escribió mucha gente, la gran mayoría
en desacuerdo Con
el tiempo, me llamaron de otros canales de TV, donde fui y nuevamente
conté la historia. La última vez fue hace dos años en el
programa de Teto Medina, TetoNet, de la cual felizmente me quedó un video
digital de recuerdo... Cuando lo encuentre, que no sé donde lo guardé,
lo pondré en Lisette
|
" Un mail en mi
programa de correo y un nombre, Lisette. Mi personaje de esta semana. Una mujer
con ganas de conocer a alguien. El chat como lugar de encuentro. Un marroquí en
Casablanca. Y el destino. De avance cinematográfico. Clisheé si se quiere. Pero
nada de fotogramas, nada de subtítulos, cero montaje. Realidad pura.
Otoño con
sol. Una mañana libre para ella y la promesa de un buen relato para mí. Voy a
Plaza de Mayo. Lisette
esta sentada en un banco, leyendo. Recortada en un
paisaje de recuerdos vivos. Como los suyos. Que afloran
casi sin esfuerzo. Sin
hacer memoria. Los que se hacen voz apenas me ve. En este mismo
instante.
- Empecé a chatear en un shopping. Desdee el principio me intrigó muchísimo saber cuál era el raro encanto que tenía el chat, que enganchaba a todo el mundo. Siempre tuve la teoría de que el atractivo tenía que ver con que es un lugar donde la gente escucha lo que quiere escuchar y por el otro te dice lo que sabe que querés oír. Es que ahí dentro no hay ningún otro anclaje más que la palabra, entonces necesitas establecer un vinculo rápidamente. Si en las primeras frases entre dos personas no hay ningún tipo de coincidencia la relación termina ahí. Es como un juego en el que todos se van siguiendo la corriente. Después llega un momento en que la relación o se diluye porque la realidad es muy diferente o efectivamente empiezan a aparecer las coincidencias reales y se entabla un vínculo. Lo que estaba buscando cuando me senté por primera vez a chatear era un ideal amoroso. |
Fue el espíritu romántico lo que me llevó al chat.Una vez estaba chateando en el canal Francia y entra un tal Idoamed que empieza a hablarme en francés. Me dice que es Marroquí y que vive en Casablanca. Casi me muero. A partir de ahí para mí todo comenzó a ser en "blanco y negro". Desde el principio me decía que le gustaba mi manera de hablar. A mí me pasaba lo mismo. Me fascinaba el modo delicado y suave en el que decía las cosas. Era muy seductor. Muy romántico. Mandaba fotos, dibujos,etc.. |
|
De repente empezó a querer saber todo sobre mí y mi familia. Y
hacía preguntas muy extrañas. Si mis padres vivían, que edad tenían, cual
era su profesión, de que descendencia eran y cada vez más. Si yo tenía
propiedad, cuánto tiempo había entre mi casa y el trabajo. Si era ruta, si iba
por subte. Si tenía mi medio de movilidad. Si mi casa estaba alejada. Si
estaba en la campiña o en la ciudad. Y cada vez me fui como preocupando un poco
más.
-Un día me llamó por teléfono para escuchar mi voz. Para ver si
era
como se la imaginaba. Sonó el teléfono y me dijo bonsoir
(buenas noches) y me
licué. Quedé desmayada. Se me confundía
el inglés con el francés. Fue una
alegría enorme, porque yo pensé
que al escucharlo se me iba a caer la fantasía
de Casablanca con
Ingrid Bergman y Humprey Bogart. Pero fue al revés, por que su
voz era
espectacular. Cortó y me mandó un mail diciéndome que la
emoción que había
sentido confirmaba para él lo necesario como
para pedirme que la relación sea
con miras al matrimonio. Yo
estaba muy emganchada
-Después vinieron más
llamados y la pregunta sobre si quería vivir acá o allá. El estaba dispuesto a
hacer lo que yo quisiera. Si yo iba para allá no iba a tener que trabajar porque él tenía una librería y además explotaba campos con el padre y los hermanos. Le hablé del tema de la religión porque mis amigas me decían: ‘ojo que estos son medio musulmanes’... le dije que era católica y me dijo que no había ningún problema. Que si yo necesitaba nos casábamos también por mi religión para que en mi familia no hubiera inconvenientes. |
- Era raro esto de pedirme matrimonio por chat. Evidentemente es un tema cultural. Allá los padres arreglan casamientos por los hijos. Y los hijos ni se enteran con quien se van a casar. Esto es algo semejante, con la diferencia que es él quien se está jugando. Pero también tiene esta cosa de arreglarlo a la distancia y un poco el tema de la la dote y demás. |
Lisette se quedó un segundo en silencio. Como
intentando un rápido regreso del blanco y negro alcolor.
La historia de
Marruecos no tuvo el mejor final para ella. Tampoco para Ingrid ni
para Bogart.
Y quizás ahí esté el secreto de la magia. De lo que
pudo haber sido. De los momentos
que se agigantan con el paso del
tiempo. Y nunca se olvidan. Es una posibilidad. Sin embargo no
todas las historias son iguales. El chat sigue ahí y Lisette también.
Y mientras eso no cambie la magia puede volver. Para abandonar
cualquier pantalla y hacerse real. En el instante menos pensado.
Si querés dejar tu
comentario sobre mi historia
lrencor@ciudad.com.ar